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Sánchez es abucheado en el desfile del 12 de octubre con notables ausencias y críticas políticas al Gobierno
La Fiesta Nacional se desarrolla bajo un ambiente de crispación con pitos hacia el presidente y la ausencia del líder de Vox.
El desfile por la Fiesta Nacional del 12 de octubre en Madrid tuvo lugar en medio de un clima de tensa crispación política. Como es habitual en los últimos años, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue recibido con una oleada de pitos y abucheos a su llegada al evento, un gesto que refleja el descontento de una parte del público hacia su gestión. Las autoridades presentes vivieron momentos complicados, ya que se escucharon críticas y quejas sobre el contexto en el que se lleva a cabo esta celebración.<br> <br> El acto estuvo marcado por la ausencia notable de Santiago Abascal, líder de Vox, quien decidió observar el desfile desde la calle para evitar participar en un evento que considera una "complicidad" con un Gobierno al que tacha de "corrupto y peligroso". Su decisión ha sido interpretada como una falta de respeto hacia la Casa Real y las Fuerzas Armadas, ya que por primera vez un líder de un partido político no se ubicó en la tribuna de autoridades.<br> <br> <b>A pesar de la ausencia de varios ministros, el evento contó con la presencia de la mayoría del Gabinete, incluida la ministra de Defensa, Margarita Robles. </b> Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aprovechó la ocasión para criticar al presidente, enfatizando que su discurso carecía de referencias a la bandera española y que contribuía a abrir brechas entre los ciudadanos. <b> Esta crítica se ha intensificado tras la difusión de un vídeo del propio Sánchez, donde se destaca el "orgullo de ser español" pero se omiten símbolos nacionales, lo que generó controversia y reacciones en redes sociales. </b> Ayuso y Pablo Iglesias publicamente señalaron esta omisión como un acto de desdén hacia la identidad nacional.<br> <br> El presidente Sánchez también tuvo que abandonar de manera apresurada el Palacio Real, tras la recepción a los Reyes, eludiendo el tradicional corrillo con la prensa, lo que ha sido desatendido por varios medios y observadores como un intento de evitar preguntas sobre investigaciones judiciales que afectan a su entorno y a miembros de su partido. <b> Esta situación ha alimentado un clima de descontento y crítica hacia el Ejecutivo, así como expresiones de desprecio público durante el desfile. </b> Los eventos culminaron en un ambiente polarizado, causando que la Fiesta Nacional se convirtiese en un escenario propicio para la protesta y la discrepancia política, lo que muchos consideran un reflejo del estado actual de la política española.
10 fuentes consultadas• 12 oct, 18:46
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