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Yoon Suk-yeol, ex presidente de Corea del Sur, acusado de colaborar con Corea del Norte en un escándalo político sin precedentes
La Fiscalía afirma que Yoon intentó provocar un conflicto militar para justificar la imposición de la ley marcial durante su mandato.
Publicado: 10 de noviembre de 2025, 13:10
La crisis política en Corea del Sur ha tomado un nuevo giro tras la acusación formal de la Fiscalía especial contra el expresidente Yoon Suk-yeol, quien se enfrenta a serios cargos de abuso de poder y colaboración con un enemigo. Los fiscales alegan que Yoon, durante su presidencia, buscó crear un conflicto militar con Corea del Norte mediante el uso de drones, con el fin de justificar la declaración de un estado de excepción en el país.
Yoon Suk-yeol, destituido en abril de 2025, es acusado de haber planificado el envío de drones sobre Corea del Norte en un intento por provocar una reacción militar que pudiera legitimar su régimen autoritario. La Fiscalía especial, dirigida por la fiscal Park Ji-young, sostiene que Yoon y otros conspiraron para crear un ambiente que permita declarar la ley marcial, aumentando así el riesgo de un enfrentamiento armado intercoreano. Las acusaciones se basan en un memorando redactado por el entonces jefe de la contrainteligencia que instaba a “crear una situación inestable” para justificar la declaración de emergencia.
Este caso ha sido uno de los mayores escándalos políticos en la historia reciente de Corea del Sur, con implicaciones significativas tanto para la seguridad nacional como para la estabilidad del país, que sigue enfrentando incertidumbres políticas. Según el documento, el Ejército debía apuntar a lugares estratégicos en Corea del Norte que provocaran una respuesta inevitable, contribuyendo a un clima de tensión extrema.
Los investigadores han presentado también cargos contra tres altos mandos militares implicados: el exministro de Defensa, Kim Yong-hyun, el exjefe del Mando de Contrainteligencia de Defensa, Yeo In-hyun, y el jefe del Mando de Operaciones con Drones, Kim Yong-dae. Mientras tanto, se espera que el juicio avanza rápidamente, y en caso de ser hallado culpable, Yoon podría enfrentarse a severas consecuencias, incluida la posibilidad de cadena perpetua o, dado los cargos, incluso la pena capital.
A pesar de la gravedad de las acusaciones, Yoon ha mantenido que sus acciones fueron en defensa de la democracia, alegando que su intención no era instaurar un régimen militar sino alertar sobre irregularidades de la oposición. Las acciones de Yoon han desatado un debate nacional sobre la legitimidad del uso del poder militar en un contexto ya delicado entre dos naciones técnicamente en guerra.
Yoon Suk-yeol, destituido en abril de 2025, es acusado de haber planificado el envío de drones sobre Corea del Norte en un intento por provocar una reacción militar que pudiera legitimar su régimen autoritario. La Fiscalía especial, dirigida por la fiscal Park Ji-young, sostiene que Yoon y otros conspiraron para crear un ambiente que permita declarar la ley marcial, aumentando así el riesgo de un enfrentamiento armado intercoreano. Las acusaciones se basan en un memorando redactado por el entonces jefe de la contrainteligencia que instaba a “crear una situación inestable” para justificar la declaración de emergencia.
Este caso ha sido uno de los mayores escándalos políticos en la historia reciente de Corea del Sur, con implicaciones significativas tanto para la seguridad nacional como para la estabilidad del país, que sigue enfrentando incertidumbres políticas. Según el documento, el Ejército debía apuntar a lugares estratégicos en Corea del Norte que provocaran una respuesta inevitable, contribuyendo a un clima de tensión extrema.
Los investigadores han presentado también cargos contra tres altos mandos militares implicados: el exministro de Defensa, Kim Yong-hyun, el exjefe del Mando de Contrainteligencia de Defensa, Yeo In-hyun, y el jefe del Mando de Operaciones con Drones, Kim Yong-dae. Mientras tanto, se espera que el juicio avanza rápidamente, y en caso de ser hallado culpable, Yoon podría enfrentarse a severas consecuencias, incluida la posibilidad de cadena perpetua o, dado los cargos, incluso la pena capital.
A pesar de la gravedad de las acusaciones, Yoon ha mantenido que sus acciones fueron en defensa de la democracia, alegando que su intención no era instaurar un régimen militar sino alertar sobre irregularidades de la oposición. Las acciones de Yoon han desatado un debate nacional sobre la legitimidad del uso del poder militar en un contexto ya delicado entre dos naciones técnicamente en guerra.