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Yolanda Díaz sufre un revés en el Congreso con el rechazo a la reducción de jornada laboral, reavivando el debate político en España

La vicepresidenta enfrenta la oposición de Junts mientras Sumar intenta transformar la derrota en una estrategia a largo plazo.

Publicado: 13 de septiembre de 2025, 06:42

El reciente rechazo en el Congreso al proyecto de reducción de jornada laboral a 37,5 horas semanales presentado por Yolanda Díaz ha estallado como una de las primeras grandes derrotas de la legislatura para el grupo Sumar. Mientras Díaz ofrecía un discurso apasionado, reprochando a Junts que defendiera 'los intereses de los sectores más reaccionarios de la patronal española', el proyecto fue objetivamente abortado tras meses de advertencias sobre la negativa de la formación política asociada a Carles Puigdemont.

La vicepresidenta segunda se enfrentó a un día complicado, ya que aunque ella ha promovido esta medida como su 'estrella' en favor de más de doce millones de trabajadores, la obstinada resistencia de Junts resultó en una votación negativa. Sin embargo, desde el núcleo de Sumar se dibuja este tropiezo no como un revés estratégico, sino como un simple traspié en el limbo parlamentario. Sus representantes subrayan la importancia del apoyo social hacia esta iniciativa, esperando que su respaldo permita reintroducir la propuesta en el futuro.

La primera gran derrota de la legislatura para Sumar estaba escrita de antemano. La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, emblema programático de Yolanda Díaz, naufragó al chocar con el rechazo anunciado por Junts. Sin embargo, la vicepresidenta y su equipo se han apresurado a presentar el traspié como un revés táctico, no estratégico. Un mero tropiezo en el terreno parlamentario que, insisten, se compensa con la batalla de fondo que se está librando en la calle. “Hemos perdido una votación, pero vamos a ganar esta medida porque no hay marcha atrás”, repiten desde Sumar, confiando en que el respaldo social sea determinante para desbloquear el proyecto en futuras oportunidades.

En este contexto, la reacción del Partido Socialista ha sido afirmar que la comunicación con Junts permanece en buen estado a pesar del intercambio confrontativo entre las partes. María Jesús Montero, ministra de Hacienda, resaltó que el Gobierno seguirá trabajando por los derechos laborales, proyectando un sentido de colaboración incluso tras dispararse los dardos en el hemiciclo. “Esto es lo que el Gobierno quiere trasladar. Que, como siempre, e independientemente de las vicisitudes que tienen los proyectos de ley, vamos a seguir trabajando por hacer realidad un derecho que creemos que es hora de conquistar para los trabajadores de España”, afirmó Montero desde Cádiz. Además, el choque de Díaz con Junts ha puesto de relieve la necesidad de centrar el debate político en propuestas sociales que la izquierda confederal pudo desarrollar durante la legislatura anterior, pero que habían sido frenadas por la resistencia del PSOE.