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Xi Jinping, Putin y Kim Jong Un exhiben poderío militar en Pekín para conmemorar el 80º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial
El desfile militar en Tiananmen refuerza la alianza entre China, Rusia y Corea del Norte mientras Donald Trump critica la celebración.
Publicado: 3 de septiembre de 2025, 06:50
El desfile militar celebrado este miércoles en Pekín conmemoró el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, presentando una significativa exhibición de poderío militar chino que simboliza la creciente alianza entre Pekín, Moscú y Pyongyang. El evento se desarrolló en la emblemática plaza de Tiananmén, donde el presidente chino, Xi Jinping, estuvo flanqueado por el mandatario ruso, Vladímir Putin, y el líder norcoreano, Kim Jong Un.
Durante su discurso, Xi proclamó que "el rejuvenecimiento de la nación china es imparable" y advirtió sobre la creciente tensión internacional, enfatizando una elección entre "la paz o la guerra, el diálogo o la confrontación". Esta afirmación refleja no solo la intención de China de consolidarse como potencia global, sino también su postura desafiante frente a Estados Unidos y sus aliados.
El desfile se interpretó no solo como un acto conmemorativo, sino como una demostración de fuerza que refuerza la narrativa de que China, junto a Rusia y Corea del Norte, está formando un nuevo eje de poder en oposición al dominio occidental. Este evento marcó un hito en la presentación de un bloque alternativo que desafía los modelos de seguridad tradicionales de Estados Unidos y Europa. Además, el desfile incluyó una impresionante exhibición del arsenal nuclear más avanzado de China, destacando misiles balísticos intercontinentales y sistemas de armas sin precedentes, incluyendo el debut del DF-61, uno de los misiles más sofisticados del arsenal chino. Xi Jinping llamó a acelerar la construcción de un ejército de clase mundial, reforzando así el mensaje de que el Ejército Popular de Liberación está preparado para defender los intereses estratégicos de China en un contexto global cada vez más tenso.
A su vez, Putin agradeció a Kim Jong-un su apoyo militar en la guerra de Ucrania durante una reunión posterior al desfile, donde el líder norcoreano se comprometió a seguir ayudando a Rusia en todo lo que necesite. Esta afirmación se enmarca dentro del acuerdo de asociación estratégica firmado entre ambos líderes, el cual incluye cláusulas de defensa mutua.
En el contexto de estas reuniones, Kim ha destacado que las relaciones entre Corea del Norte y Rusia son "de confianza, amistosas y entre aliados". En este encuentro, Putin también elogió el rol de las tropas norcoreanas en la ofensiva de Kursk, reconociendo su valentía y sacrificio. Las estimaciones de inteligencia surcoreana indican que alrededor de 15.000 soldados norcoreanos han participado en la guerra, con pérdidas significativas.
La aparición de Kim Ju-ae, la hija de Kim Jong-un, durante este evento ha alimentado las especulaciones sobre su futuro papel en el liderazgo de Corea del Norte. Esta presentación internacional se ha interpretado como un movimiento estratégico para consolidar su imagen como posible sucesora. En esta línea, diversos analistas creen que su visibilidad creciente podría ser un intento por parte de Kim Jong-un de asegurar el legado dinástico en un estado profundamente patriarcal como Corea del Norte.
Durante su discurso, Xi proclamó que "el rejuvenecimiento de la nación china es imparable" y advirtió sobre la creciente tensión internacional, enfatizando una elección entre "la paz o la guerra, el diálogo o la confrontación". Esta afirmación refleja no solo la intención de China de consolidarse como potencia global, sino también su postura desafiante frente a Estados Unidos y sus aliados.
El desfile se interpretó no solo como un acto conmemorativo, sino como una demostración de fuerza que refuerza la narrativa de que China, junto a Rusia y Corea del Norte, está formando un nuevo eje de poder en oposición al dominio occidental. Este evento marcó un hito en la presentación de un bloque alternativo que desafía los modelos de seguridad tradicionales de Estados Unidos y Europa. Además, el desfile incluyó una impresionante exhibición del arsenal nuclear más avanzado de China, destacando misiles balísticos intercontinentales y sistemas de armas sin precedentes, incluyendo el debut del DF-61, uno de los misiles más sofisticados del arsenal chino. Xi Jinping llamó a acelerar la construcción de un ejército de clase mundial, reforzando así el mensaje de que el Ejército Popular de Liberación está preparado para defender los intereses estratégicos de China en un contexto global cada vez más tenso.
A su vez, Putin agradeció a Kim Jong-un su apoyo militar en la guerra de Ucrania durante una reunión posterior al desfile, donde el líder norcoreano se comprometió a seguir ayudando a Rusia en todo lo que necesite. Esta afirmación se enmarca dentro del acuerdo de asociación estratégica firmado entre ambos líderes, el cual incluye cláusulas de defensa mutua.
En el contexto de estas reuniones, Kim ha destacado que las relaciones entre Corea del Norte y Rusia son "de confianza, amistosas y entre aliados". En este encuentro, Putin también elogió el rol de las tropas norcoreanas en la ofensiva de Kursk, reconociendo su valentía y sacrificio. Las estimaciones de inteligencia surcoreana indican que alrededor de 15.000 soldados norcoreanos han participado en la guerra, con pérdidas significativas.
La aparición de Kim Ju-ae, la hija de Kim Jong-un, durante este evento ha alimentado las especulaciones sobre su futuro papel en el liderazgo de Corea del Norte. Esta presentación internacional se ha interpretado como un movimiento estratégico para consolidar su imagen como posible sucesora. En esta línea, diversos analistas creen que su visibilidad creciente podría ser un intento por parte de Kim Jong-un de asegurar el legado dinástico en un estado profundamente patriarcal como Corea del Norte.