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Vox reporta una deuda de dos millones con un banco húngaro tras financiar su campaña electoral con un préstamo de siete millones
La formación admitió haber recurrido al MBH Bank vinculado a Orbán debido a la imposibilidad de obtener financiamiento de bancos españoles y la falta de subvenciones.
Publicado: 26 de junio de 2025, 19:51
Vox, el partido liderado por Santiago Abascal, ha revelado que al cierre de 2024 tenía una deuda superior a dos millones de euros con el banco húngaro MBH, tras haber solicitado un préstamo de siete millones para financiar su campaña para las elecciones europeas. La justificación de Vox para recurrir a la entidad húngara se basa en que los bancos españoles les negaron financiamiento, a pesar de que también recibieron préstamos del Banco Santander y BBVA.
Durante 2024, la formación política recibió 3,7 millones de euros en cuotas de afiliados, mostrando una disminución en comparación con 2023. Vox donó dos millones a la Fundación Disenso, un think tank vinculado al partido, y reclamó casi tres millones en subvenciones que aún no ha recibido del Estado. La retórica del partido incluye acusaciones de "asfixia económica" por parte del Gobierno, a quien señalan como responsable de la situación financiera.
Un aspecto clave de la controversia es la elección del banco húngaro, que tiene vínculos con el Gobierno de Viktor Orbán, lo que genera preocupación sobre el financiamiento político. Con la vuelta del partido a la senda electoral, Vox enfrenta un panorama financiero complejo que plantea interrogantes sobre la legalidad y transparencia en el manejo de sus cuentas.
Durante 2024, la formación política recibió 3,7 millones de euros en cuotas de afiliados, mostrando una disminución en comparación con 2023. Vox donó dos millones a la Fundación Disenso, un think tank vinculado al partido, y reclamó casi tres millones en subvenciones que aún no ha recibido del Estado. La retórica del partido incluye acusaciones de "asfixia económica" por parte del Gobierno, a quien señalan como responsable de la situación financiera.
Un aspecto clave de la controversia es la elección del banco húngaro, que tiene vínculos con el Gobierno de Viktor Orbán, lo que genera preocupación sobre el financiamiento político. Con la vuelta del partido a la senda electoral, Vox enfrenta un panorama financiero complejo que plantea interrogantes sobre la legalidad y transparencia en el manejo de sus cuentas.