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Vecinos de Vallcarca en Barcelona se movilizan contra el desalojo masivo impulsado por el Ayuntamiento en un contexto de gentrificación
El desalojo de tres bloques habitados por familias vulnerables se convierte en símbolo de la lucha por vivienda digna en la ciudad.
Publicado: 1 de julio de 2025, 07:54
En el barrio de Vallcarca, en Barcelona, se ha desatado una ola de indignación entre los vecinos ante la inminente ejecución de un desalojo masivo programado por el Ayuntamiento que afecta a tres bloques de viviendas. Esta medida, anunciada para el 2 de julio, amenaza dejar a aproximadamente 40 personas en la calle, 13 de las cuales son menores de edad. Las familias afectadas, que han ocupado estos inmuebles tras ser expropiados en 2015, están bajo la presión de un macrodesahucio que muchos en la comunidad consideran representativo de una gentrificación en marcha en la zona.
La Asociación Vecinal Som Barri ha liderado la defensa de los residentes, argumentando que el Ayuntamiento, gestionado por el socialista Jaume Collboni, no ha ofrecido alternativas habitacionales viables para los desalojados. Este desalojo se inscribe dentro de un proyecto urbanístico que busca reactivar la construcción de vivienda pública y mejorar la infraestructura en Vallcarca. Sin embargo, los vecinos argumentan que se trata de una operación de gentrificación que convertiría la zona en un espacio menos accesible para las clases trabajadoras.
Con los nervios a flor de piel, los residentes han convocado una movilización para el mismo día del desalojo, con el objetivo de impedir que se lleve a cabo. Este evento ha atraído la atención de diversos colectivos sociales y grupos culturales que se muestran solidarios con la causa. El debate sobre la política de vivienda en Barcelona se intensifica, y la situación en Vallcarca se ha convertido en un símbolo de la lucha por el derecho a la vivienda digna, resaltando la urgencia de encontrar soluciones que no impliquen la expulsión de sus residentes históricos.
La Asociación Vecinal Som Barri ha liderado la defensa de los residentes, argumentando que el Ayuntamiento, gestionado por el socialista Jaume Collboni, no ha ofrecido alternativas habitacionales viables para los desalojados. Este desalojo se inscribe dentro de un proyecto urbanístico que busca reactivar la construcción de vivienda pública y mejorar la infraestructura en Vallcarca. Sin embargo, los vecinos argumentan que se trata de una operación de gentrificación que convertiría la zona en un espacio menos accesible para las clases trabajadoras.
Con los nervios a flor de piel, los residentes han convocado una movilización para el mismo día del desalojo, con el objetivo de impedir que se lleve a cabo. Este evento ha atraído la atención de diversos colectivos sociales y grupos culturales que se muestran solidarios con la causa. El debate sobre la política de vivienda en Barcelona se intensifica, y la situación en Vallcarca se ha convertido en un símbolo de la lucha por el derecho a la vivienda digna, resaltando la urgencia de encontrar soluciones que no impliquen la expulsión de sus residentes históricos.