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Un fotoperiodista presenta una querella contra los Mossos por un disparo de foam durante una manifestación propalestina en Barcelona
Joan Gálvez, herido en el brazo, denuncia el uso antirreglamentario de proyectiles y exige garantías para la libertad de prensa.
Publicado: 28 de octubre de 2025, 13:13
El fotoperiodista Joan Gálvez ha decidido interponer una querella contra los Mossos d'Esquadra tras recibir un impacto de un proyectil de foam en su brazo durante una protesta en favor de Palestina en Barcelona, que tuvo lugar el 15 de octubre. Este hecho ha suscitado una gran preocupación en torno al uso de la fuerza por parte de la policía y el derecho a la libertad de prensa en contextos de manifestaciones.
La querella, presentada por el Centro para la Defensa de los Derechos Humanos, Irídia, sostiene que el disparo fue realizado de manera injustificada, ya que se produjo sin disturbios ni actos violentos. Gálvez estaba claramente identificado como periodista y compartió un video del impacto del proyectil que se volvió viral. Desde Irídia se subraya que el uso de proyectiles debe seguir protocolos estrictos, que no se cumplieron en este caso.
Gálvez sufrió una herida grave, lo que le provocó dolor severo y atención médica prolongada. Se destaca que tras el incidente, ningún agente de los Mossos mostró interés por su bienestar. La policía ha abierto una investigación interna sobre el incidente, pero tanto Gálvez como Irídia claman por un cambio en la normativa sobre el uso de proyectiles de foam, exigiendo su abolición y una mayor protección de los derechos fundamentales.
La querella, presentada por el Centro para la Defensa de los Derechos Humanos, Irídia, sostiene que el disparo fue realizado de manera injustificada, ya que se produjo sin disturbios ni actos violentos. Gálvez estaba claramente identificado como periodista y compartió un video del impacto del proyectil que se volvió viral. Desde Irídia se subraya que el uso de proyectiles debe seguir protocolos estrictos, que no se cumplieron en este caso.
Gálvez sufrió una herida grave, lo que le provocó dolor severo y atención médica prolongada. Se destaca que tras el incidente, ningún agente de los Mossos mostró interés por su bienestar. La policía ha abierto una investigación interna sobre el incidente, pero tanto Gálvez como Irídia claman por un cambio en la normativa sobre el uso de proyectiles de foam, exigiendo su abolición y una mayor protección de los derechos fundamentales.