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Un estudio revela que los betabloqueantes no son efectivos para infartos no complicados y aumentan el riesgo en mujeres
Investigaciones recientes cuestionan la eficacia de los betabloqueantes, usados durante 40 años, en pacientes con infartos no complicados.
Publicado: 30 de agosto de 2025, 18:54
Un nuevo y exhaustivo estudio liderado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) está revolucionando el enfoque hacia el tratamiento de infartos no complicados, demostrando que los betabloqueantes no aportan beneficios significativos. Este ensayo internacional 'Reboot' involucró a más de 8,500 participantes en España e Italia, y los hallazgos indicaron que no había diferencias notables en tasas de mortalidad entre quienes recibieron betabloqueantes y quienes no. Además, el estudio destaca que las mujeres tratadas con estos medicamentos tienen un 45% más de riesgo de sufrir complicaciones en comparación con las que no los tomaron.
Los expertos, como Borja Ibáñez del CNIC, subrayan la importancia de un enfoque más personalizado en la medicina cardiovascular. Este trabajo sugiere que el 80% de los pacientes que sufrieron infartos no complicados podrían haber sido tratados sin betabloqueantes, e impulsa la necesidad de considerar opciones terapéuticas alternativas, especialmente para grupos de riesgo como las mujeres. Las implicaciones de esta investigación podrían alterar significativamente las guías de práctica clínica a nivel global y transformar la forma en que se maneja el infarto.
La relevancia del estudio se amplifica dado que contradice la práctica establecida durante más de cuatro décadas, generando un debate sobre la necesidad de revisión en las recomendaciones médicas actuales respecto a los betabloqueantes en el tratamiento del infarto no complicado.
Los expertos, como Borja Ibáñez del CNIC, subrayan la importancia de un enfoque más personalizado en la medicina cardiovascular. Este trabajo sugiere que el 80% de los pacientes que sufrieron infartos no complicados podrían haber sido tratados sin betabloqueantes, e impulsa la necesidad de considerar opciones terapéuticas alternativas, especialmente para grupos de riesgo como las mujeres. Las implicaciones de esta investigación podrían alterar significativamente las guías de práctica clínica a nivel global y transformar la forma en que se maneja el infarto.
La relevancia del estudio se amplifica dado que contradice la práctica establecida durante más de cuatro décadas, generando un debate sobre la necesidad de revisión en las recomendaciones médicas actuales respecto a los betabloqueantes en el tratamiento del infarto no complicado.