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Un estudio revela las señales cerebrales que permiten olvidar recuerdos traumáticos, abriendo nuevas oportunidades en terapias de ansiedad
Investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona y la Universidad del Ruhr descubren cómo el cerebro gestiona el olvido de experiencias negativas.
Publicado: 3 de septiembre de 2025, 20:06
Un reciente estudio coordinado por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y la Universidad del Ruhr en Bochum, Alemania, ha hecho un avance significativo en la comprensión de cómo el cerebro humano olvida recuerdos desagradables. Este hallazgo, publicado en la revista Nature Human Behavior, tiene el potencial de mejorar las terapias actuales para el estrés postraumático y la ansiedad, que afectan a millones de personas en todo el mundo.
La investigación se centró en las señales electrofisiológicas del cerebro y fue realizada con un grupo de 49 pacientes epilépticos que ya tenían electrodos implantados. Durante el estudio, los participantes fueron expuestos a imágenes neutras asociadas con sonidos desagradables. Los resultados revelaron que la extinción de recuerdos negativos está fuertemente ligada a las circunstancias en que se presentan los estímulos, observándose un aumento de la actividad theta en la amígdala, crucial para la gestión de emociones y memoria emocional.
Este estudio no solo proporciona un entendimiento más profundo de los mecanismos del olvido en situaciones de temor, sino que también abre nuevas vías para el desarrollo de intervenciones terapéuticas. Según el primer autor del estudio, Daniel Pacheco-Estefan, estos hallazgos podrían influir en el manejo de tratamientos para los trastornos de ansiedad y estrés postraumático, permitiendo a los terapeutas aplicar técnicas más efectivas que consideren el contexto del olvido.
La investigación se centró en las señales electrofisiológicas del cerebro y fue realizada con un grupo de 49 pacientes epilépticos que ya tenían electrodos implantados. Durante el estudio, los participantes fueron expuestos a imágenes neutras asociadas con sonidos desagradables. Los resultados revelaron que la extinción de recuerdos negativos está fuertemente ligada a las circunstancias en que se presentan los estímulos, observándose un aumento de la actividad theta en la amígdala, crucial para la gestión de emociones y memoria emocional.
Este estudio no solo proporciona un entendimiento más profundo de los mecanismos del olvido en situaciones de temor, sino que también abre nuevas vías para el desarrollo de intervenciones terapéuticas. Según el primer autor del estudio, Daniel Pacheco-Estefan, estos hallazgos podrían influir en el manejo de tratamientos para los trastornos de ansiedad y estrés postraumático, permitiendo a los terapeutas aplicar técnicas más efectivas que consideren el contexto del olvido.