Progresista 69.4%Conservador 30.6%
Un año después de la dana en Valencia: la lucha por la recuperación física y emocional continúa
Los habitantes enfrentan la tragedia con resiliencia mientras lidian con problemas de infraestructura y sanidad emocional.
Publicado: 26 de octubre de 2025, 07:41
A un año del devastador paso de la dana que afectó a varios municipios de Valencia el 29 de octubre, las cicatrices de la tragedia permanecen tanto a nivel físico como psicológico. Las mejoras en las infraestructuras son evidentes en localidades como Paiporta, Catarroja y Algemesí, donde muchas viviendas y comercios han sido rehabilitados, pero los efectos de la dana siguen presentes, especialmente en la salud mental de sus habitantes que enfrentan un largo proceso de recuperación emocional.
En Paiporta, las obras de reconstrucción son visibles, aunque muchos vecinos aún lidian con heridas emocionales que no sanan. Tales heridas se manifiestan en el estado psicológico de los afectados, donde algunos todavía no pueden dormir bien y sufren de ansiedad severa, evidenciado en testimonios de residentes como Pilar Aguado y María del Mar García, quienes expresan su angustia constantemente. Además, el impacto de la avería de miles de ascensores sigue lastrando el día a día, con alrededor de 700 ascensores aún sin reparar en la Comunitat Valenciana. El sector comercial también ha sentido el golpe, con un dato alarmante que indica que el 30% de los comercios no ha reabierto, lo que ha generado una drástica caída en la facturación, llegando a un decrecimiento del 98% en algunos casos durante los primeros meses tras la tragedia.
El impacto en la agricultura es notable, con más del 40% de explotaciones aún por reparar y la recuperación en las áreas rurales más gravemente afectadas siendo lenta debido a la tardanza en recibir compensaciones. El desacuerdo entre el gobierno regional y nacional sobre las cifras de ayudas ha añadido tensión a la situación. Según la Generalitat, han movilizado más de 2.500 millones de euros en ayudas, aunque el Gobierno central cifra esas ayudas en más de 8.000 millones, lo que ha generado controversia y recelo entre ambas administraciones. Con el paso del tiempo, la lucha por la recuperación en Valencia sigue, marcada por un camino de resiliencia y esperanza entre los residentes, quienes recientemente han salido a las calles para exigir “verdad, justicia y reparación” en manifestaciones que recuerdan la profundidad del impacto emocional y físico de la dana. La indignación social sigue latente, evidenciada en la crítica hacia la gestión de las autoridades durante el desastre, especialmente tras la investigación que apunta a la falta de coordinación y a la responsabilidad de la administración autonómica.
En Paiporta, las obras de reconstrucción son visibles, aunque muchos vecinos aún lidian con heridas emocionales que no sanan. Tales heridas se manifiestan en el estado psicológico de los afectados, donde algunos todavía no pueden dormir bien y sufren de ansiedad severa, evidenciado en testimonios de residentes como Pilar Aguado y María del Mar García, quienes expresan su angustia constantemente. Además, el impacto de la avería de miles de ascensores sigue lastrando el día a día, con alrededor de 700 ascensores aún sin reparar en la Comunitat Valenciana. El sector comercial también ha sentido el golpe, con un dato alarmante que indica que el 30% de los comercios no ha reabierto, lo que ha generado una drástica caída en la facturación, llegando a un decrecimiento del 98% en algunos casos durante los primeros meses tras la tragedia.
El impacto en la agricultura es notable, con más del 40% de explotaciones aún por reparar y la recuperación en las áreas rurales más gravemente afectadas siendo lenta debido a la tardanza en recibir compensaciones. El desacuerdo entre el gobierno regional y nacional sobre las cifras de ayudas ha añadido tensión a la situación. Según la Generalitat, han movilizado más de 2.500 millones de euros en ayudas, aunque el Gobierno central cifra esas ayudas en más de 8.000 millones, lo que ha generado controversia y recelo entre ambas administraciones. Con el paso del tiempo, la lucha por la recuperación en Valencia sigue, marcada por un camino de resiliencia y esperanza entre los residentes, quienes recientemente han salido a las calles para exigir “verdad, justicia y reparación” en manifestaciones que recuerdan la profundidad del impacto emocional y físico de la dana. La indignación social sigue latente, evidenciada en la crítica hacia la gestión de las autoridades durante el desastre, especialmente tras la investigación que apunta a la falta de coordinación y a la responsabilidad de la administración autonómica.