Progresista 79.4%Conservador 20.6%
Un aficionado del Espanyol condenado a un año de prisión por proferir insultos racistas a Iñaki Williams durante un partido
La sentencia incluye una multa y varias prohibiciones relacionadas con su participación en el ámbito deportivo.
Publicado: 3 de septiembre de 2025, 12:25
La Audiencia de Barcelona ha condenado a un aficionado del R.C.D. Espanyol a un año de prisión y una multa de 1.080 euros por lanzar gritos racistas contra el futbolista del Athletic de Bilbao, Iñaki Williams, durante un partido celebrado el 25 de enero de 2020. El acusado, identificado como K.G.B., aceptó los hechos a cambio de una rebaja de pena que también conlleva la prohibición de asistir a cualquier estadio de fútbol durante los próximos dos años. Esta decisión se enmarca en un caso que ha dado lugar a un acuerdo entre el acusado y la Fiscalía, que originalmente pedía una pena más severa.
Los hechos ocurrieron cuando Williams fue sustituido en el encuentro disputado en el estadio Cornellà-El Prat. Un grupo de aficionados, entre ellos el condenado, profirió gritos que simulaban sonidos de primates, un acto que fue claramente discriminatorio y humillante hacia el jugador. Según la Fiscalía, estos actos son “público y notorio” que han sido repetidos por grupos de aficionados en múltiples ocasiones para ofender a futbolistas de color de piel negra. Esta conducta tiene un efecto nocivo en el clima del deporte, provocando sentimientos de desdén hacia la comunidad de jugadores de color, lo que se agrava al tratarse de un evento de alta visibilidad con más de 27.000 asistentes en el estadio y una audiencia televisiva significativa.
Además de la pena de prisión, el condenado no podrá acercarse a cualquier estadio de fútbol durante dos años, y se le ha impuesto una prohibición de trabajar en el ámbito deportivo por cuatro años. La condena por un delito de odio y discriminación también estipula una multa de 1.086 euros, en lugar de la inicialmente propuesta de 5.400 euros. Esta condena forma parte de un esfuerzo para combatir el racismo en el fútbol, y Iñaki Williams ha expresado que este tipo de comportamientos son inaceptables en el deporte. Durante el juicio, que se celebró el 3 de septiembre de 2025, el acusado se presentó por videoconferencia alegando estar indispuesto, y su abogado pidió la suspensión de la pena de prisión, al no tener antecedentes penales. Al finalizar el encuentro, Williams expresó su tristeza ante la situación ocurrida, afirmando que “es muy triste que a día de hoy sigamos viviendo escenas de racismo en el fútbol” y abogando por un cambio colectivo en la lucha contra este fenómeno.
Los hechos ocurrieron cuando Williams fue sustituido en el encuentro disputado en el estadio Cornellà-El Prat. Un grupo de aficionados, entre ellos el condenado, profirió gritos que simulaban sonidos de primates, un acto que fue claramente discriminatorio y humillante hacia el jugador. Según la Fiscalía, estos actos son “público y notorio” que han sido repetidos por grupos de aficionados en múltiples ocasiones para ofender a futbolistas de color de piel negra. Esta conducta tiene un efecto nocivo en el clima del deporte, provocando sentimientos de desdén hacia la comunidad de jugadores de color, lo que se agrava al tratarse de un evento de alta visibilidad con más de 27.000 asistentes en el estadio y una audiencia televisiva significativa.
Además de la pena de prisión, el condenado no podrá acercarse a cualquier estadio de fútbol durante dos años, y se le ha impuesto una prohibición de trabajar en el ámbito deportivo por cuatro años. La condena por un delito de odio y discriminación también estipula una multa de 1.086 euros, en lugar de la inicialmente propuesta de 5.400 euros. Esta condena forma parte de un esfuerzo para combatir el racismo en el fútbol, y Iñaki Williams ha expresado que este tipo de comportamientos son inaceptables en el deporte. Durante el juicio, que se celebró el 3 de septiembre de 2025, el acusado se presentó por videoconferencia alegando estar indispuesto, y su abogado pidió la suspensión de la pena de prisión, al no tener antecedentes penales. Al finalizar el encuentro, Williams expresó su tristeza ante la situación ocurrida, afirmando que “es muy triste que a día de hoy sigamos viviendo escenas de racismo en el fútbol” y abogando por un cambio colectivo en la lucha contra este fenómeno.