Trump intensifica deportaciones de inmigrantes mientras enfrenta críticas por su agenda migratoria y condiciones humanitarias

La administración de Donald Trump ha generado controversia con su política de deportaciones, que ha llevado a la expulsión de inmigrantes a países donde no tienen conexiones personales. Un ejemplo se dio con la deportación de cinco inmigrantes a Esuatini, respaldada por un fallo del Tribunal Supremo que permite enviar deportados a terceros países sin vínculos familiares o culturales previos. Esta medida se enmarca en la nueva doctrina de 'deportaciones sin arraigo'.

La subsecretaria de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, argumentó que las deportaciones son un triunfo de la mano dura del presidente, aunque datos indican que el 72% de los detenidos no tienen antecedentes penales, contradiciendo la narrativa oficial. Las deportaciones han generado preocupación en Esuatini y entre grupos de derechos humanos por la falta de transparencia y las condiciones en que viven migrantes en centros de detención.

Además, el gobierno de Trump planea reforzar el ICE y aumentar los recursos para la vigilancia de inmigrantes. Encuestas indican que la aprobación popular sobre las políticas de Trump ha disminuido, lo que podría influir en su futuro político en un contexto electoral donde la inmigración es un tema candente.