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Trump despide a la responsable de Estadísticas Laborales por malos datos de empleo, lo que genera preocupaciones sobre el control de la verdad económica
La decisión del presidente de EE UU suscita reacciones de expertos y refleja un intento por manejar la narrativa económica de su administración.
Publicado: 5 de agosto de 2025, 06:42
En un intento reciente por controlar la narrativa económica de su administración, el presidente Donald Trump despidió a Erika McEntarfer, directora de la Oficina de Estadísticas Laborales, después de que se publicaran datos sobre el empleo que no cumplían con las expectativas de la Casa Blanca. McEntarfer fue acusada por Trump de 'falsificar' los datos, una acusación que ha sido considerada como infundada por muchos economistas y expertos en estadísticas.
La Oficina de Estadísticas Laborales había informado que solo se habían creado 73.000 empleos durante el mes de julio, cifra inferior a las necesarias para mantener el crecimiento. Las revisiones de datos anteriores mostraron una pérdida de 258.000 empleos respecto a lo estimado, lo que contradice el relato optimista de Trump. Tras este despido, varios economistas expresaron su preocupación por la independencia de la Oficina, sugiriendo que podría socavar la credibilidad de la información que proporciona.
El despido de McEntarfer, además de ser un cambio en la dirección del organismo, se expone en un contexto más amplio de cambios en la Reserva Federal y la estrategia de Trump para colocar a aliados en posiciones clave. Esto se produce en un momento de baja aprobación para Trump, y su intento de manipulación de datos puede tener consecuencias duraderas para la confianza pública y la salud económica del país.
La Oficina de Estadísticas Laborales había informado que solo se habían creado 73.000 empleos durante el mes de julio, cifra inferior a las necesarias para mantener el crecimiento. Las revisiones de datos anteriores mostraron una pérdida de 258.000 empleos respecto a lo estimado, lo que contradice el relato optimista de Trump. Tras este despido, varios economistas expresaron su preocupación por la independencia de la Oficina, sugiriendo que podría socavar la credibilidad de la información que proporciona.
El despido de McEntarfer, además de ser un cambio en la dirección del organismo, se expone en un contexto más amplio de cambios en la Reserva Federal y la estrategia de Trump para colocar a aliados en posiciones clave. Esto se produce en un momento de baja aprobación para Trump, y su intento de manipulación de datos puede tener consecuencias duraderas para la confianza pública y la salud económica del país.