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Tres monjas austríacas huyen de un asilo para regresar a su convento tras ser trasladadas sin consentimiento
Argumentan tener el derecho de vivir en el convento hasta el final de sus días según un contrato con la iglesia
Publicado: 15 de septiembre de 2025, 20:13
En un inusual giro de acontecimientos, tres monjas octogenarias de Austria han emprendido una cruzada para regresar a su convento tras ser trasladadas a una residencia de ancianos sin su consentimiento. Las hermanas Bernadette, Regina y Rita, todas con más de 80 años, destacaron que vivieron gran parte de sus vidas en el convento de Schloss Goldenstein, que fue convertido en convento y escuela privada desde 1877.
Su historia se remonta a diciembre de 2023, cuando la Archidiócesis de Salzburgo decidió trasladarlas al asilo, una medida que nunca contaron con su aprobación. Las monjas contactaron a antiguos alumnos del colegio asociado al convento, quienes las asistieron en su regreso, incluso contratando a un cerrajero para reabrir el convento debido a que las cerraduras habían sido cambiadas.
Aunque las monjas se sienten felices y agradecidas al regresar al convento, la Archidiócesis ha expresado su preocupación, argumentando que el edificio ya no es adecuado para su vida y que carece de la atención médica necesaria para su avanzada edad. Las monjas confían en que sus derechos son válidos, ya que según sus afirmaciones, tienen un contrato con la iglesia que les garantiza la residencia en el convento de por vida.
Su historia se remonta a diciembre de 2023, cuando la Archidiócesis de Salzburgo decidió trasladarlas al asilo, una medida que nunca contaron con su aprobación. Las monjas contactaron a antiguos alumnos del colegio asociado al convento, quienes las asistieron en su regreso, incluso contratando a un cerrajero para reabrir el convento debido a que las cerraduras habían sido cambiadas.
Aunque las monjas se sienten felices y agradecidas al regresar al convento, la Archidiócesis ha expresado su preocupación, argumentando que el edificio ya no es adecuado para su vida y que carece de la atención médica necesaria para su avanzada edad. Las monjas confían en que sus derechos son válidos, ya que según sus afirmaciones, tienen un contrato con la iglesia que les garantiza la residencia en el convento de por vida.