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Tragedia en Sídney: atentado terrorista vinculado al Estado Islámico durante celebración judía deja 15 muertos
Las autoridades australianas investigan los vínculos de los autores con el extremismo islámico tras su viaje a Filipinas y endurecen leyes sobre armas.
Publicado: 17 de diciembre de 2025, 20:32
El ataque perpetrado en Bondi Beach, Sídney, durante la celebración judía de Janucá, ha conmocionado a Australia y resultó en la muerte de 15 personas, incluidas una niña de 10 años y un sobreviviente del Holocausto. Dos hombres, Sajid y Naveed Akram, padre e hijo, fueron identificados como los atacantes, quienes actuaron durante la festividad que reunía a la comunidad judía local. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha calificado el acto como 'meticuloso y calculado', señalando que parece haber sido motivado por la ideología del Estado Islámico.
Las investigaciones iniciales revelan que ambos atacantes habían viajado recientemente a Filipinas, donde podrían haber recibido entrenamiento militar en un entorno donde operan grupos afines al extremismo. Las autoridades australianas confirmaron que, durante el ataque, se hallaron banderas del Estado Islámico en el vehículo de los Akram, lo que apunta a un posible alineamiento ideológico con el grupo terrorista. Australia, bajo la gravedad de este ataque, evalúa endurecer su legislación sobre el control de armas, frente a un nuevo dilema sobre la cantidad de armas permitidas por licencia.
Las repercusiones del ataque también han desencadenado un aumento en las tensiones diplomáticas con Israel, donde se acusó al gobierno australiano de no haber tomado suficientes medidas para prevenir el antisemitismo. La comunidad judía australiana se enfrenta a un alarmante aumento del antisemitismo, y se han llevado a cabo vigilias en memoria de las víctimas, mientras insisten en que se necesitan medidas contundentes para combatir el odio y proteger a la comunidad.
Las investigaciones iniciales revelan que ambos atacantes habían viajado recientemente a Filipinas, donde podrían haber recibido entrenamiento militar en un entorno donde operan grupos afines al extremismo. Las autoridades australianas confirmaron que, durante el ataque, se hallaron banderas del Estado Islámico en el vehículo de los Akram, lo que apunta a un posible alineamiento ideológico con el grupo terrorista. Australia, bajo la gravedad de este ataque, evalúa endurecer su legislación sobre el control de armas, frente a un nuevo dilema sobre la cantidad de armas permitidas por licencia.
Las repercusiones del ataque también han desencadenado un aumento en las tensiones diplomáticas con Israel, donde se acusó al gobierno australiano de no haber tomado suficientes medidas para prevenir el antisemitismo. La comunidad judía australiana se enfrenta a un alarmante aumento del antisemitismo, y se han llevado a cabo vigilias en memoria de las víctimas, mientras insisten en que se necesitan medidas contundentes para combatir el odio y proteger a la comunidad.