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Tercer desalojo de un bloque ocupado en Girona debido a problemas estructurales afecta a dieciocho familias
El dispositivo policial incluye a los Mossos y la Policía Nacional, mientras se garantiza que los pisos no sean reutilizados.
Publicado: 6 de agosto de 2025, 12:05
En el centro de Girona, a las ocho de la mañana del 6 de agosto de 2025, se llevó a cabo un amplio dispositivo policial para desalojar dieciocho pisos de un bloque en la ronda Ferran Puig que presenta graves problemas estructurales. Este desalojo es el tercero que se efectúa en esta propiedad durante el año, después de las acciones anteriores realizadas en marzo y mayo.
Las familias afectadas habían estado viviendo en el edificio durante varios meses, lo que ha generado preocupación tanto por la seguridad estructural del inmueble como por la situación de los ocupantes. La operación fue coordinada por los Mossos d'Esquadra, apoyados por la Policía Municipal de Girona y la Policía Nacional, lo que reflejó la seriedad del despliegue.
Desde el inicio del desalojo, operarios de una empresa contratada han comenzado a destruir las instalaciones internas de los pisos desocupados. Este procedimiento tiene como objetivo garantizar que los lugares no sean habitables en el futuro. La controversia en torno a los desalojos por problemas estructurales en viviendas ocupadas plantea un debate más amplio sobre la gestión de la vivienda y los derechos de los ocupantes en situaciones de emergencia.
Las familias afectadas habían estado viviendo en el edificio durante varios meses, lo que ha generado preocupación tanto por la seguridad estructural del inmueble como por la situación de los ocupantes. La operación fue coordinada por los Mossos d'Esquadra, apoyados por la Policía Municipal de Girona y la Policía Nacional, lo que reflejó la seriedad del despliegue.
Desde el inicio del desalojo, operarios de una empresa contratada han comenzado a destruir las instalaciones internas de los pisos desocupados. Este procedimiento tiene como objetivo garantizar que los lugares no sean habitables en el futuro. La controversia en torno a los desalojos por problemas estructurales en viviendas ocupadas plantea un debate más amplio sobre la gestión de la vivienda y los derechos de los ocupantes en situaciones de emergencia.