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Tensión en Los Ángeles: Trump envía tropas federales y se declara toque de queda ante protestas migratorias
Las manifestaciones en la ciudad californiana se intensifican tras la decisión del presidente de militarizar la zona en respuesta a disturbios.
Publicado: 11 de junio de 2025, 04:53
Los Ángeles vive un clima de alta tensión después de que el presidente Donald Trump ordenara el despliegue de 4,000 efectivos de la Guardia Nacional y marines en respuesta a las protestas que han estallado en la ciudad contra las redadas migratorias y las políticas del gobierno hacia los inmigrantes. Esta medida ha llevado a que, en la última noche, se registraran casi 200 detenciones, con un total de arrestos desde el inicio de las manifestaciones que supera los 500. Esta decisión ha generado un choque sin precedentes con el gobernador de California, Gavin Newsom, quien ha acusado al presidente de abusar de su poder y de exacerbar una situación que ya era complicada.
Las manifestaciones, que comenzaron por la detención de inmigrantes por parte del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), se han vuelto cada vez más intensas y han llevado a que la alcaldesa, Karen Bass, declare un toque de queda en el centro de Los Ángeles. La medida fue anunciada tras varios días de disturbios y entró en vigor a las 8 p.m., extendiéndose hasta las 6 a.m. del día siguiente, y se espera que se prorrogue según la evolución de los hechos. Bass explicó que la violencia, incluidos los actos de vandalismo que causaron el saqueo de 23 comercios, justificaba esta decisión drástica. “Hemos asistido a una preocupante escalada y a un comportamiento ilegal y peligroso”, sostuvo el jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell.
Bajo este nuevo contexto de militarización, Trump ha hecho advertencias a otras ciudades en Estados Unidos, insinuando que cualquier protesta que implique resistencia a las acciones federales podría enfrentarse a una fuerza igual o mayor. El gobernador Newsom, en un discurso televisado, apuntó que la decisión de Trump no hacía más que inflamar una situación potencialmente explosiva, indicando que las situaciones de violencia y vandalismo en las que se han visto envueltas las protestas están directamente relacionadas con el despliegue de marines y la Guardia Nacional. Según sus palabras, “la democracia está bajo ataque ante nuestros ojos.” A pesar de la militarización, las protestas se han extendido a otras ciudades como Nueva York, Chicago y San Francisco, donde también se han registrado enfrentamientos y detenciones. En total, se estima que más de 300 inmigrantes han sido detenidos en las redadas.
Las manifestaciones, que comenzaron por la detención de inmigrantes por parte del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), se han vuelto cada vez más intensas y han llevado a que la alcaldesa, Karen Bass, declare un toque de queda en el centro de Los Ángeles. La medida fue anunciada tras varios días de disturbios y entró en vigor a las 8 p.m., extendiéndose hasta las 6 a.m. del día siguiente, y se espera que se prorrogue según la evolución de los hechos. Bass explicó que la violencia, incluidos los actos de vandalismo que causaron el saqueo de 23 comercios, justificaba esta decisión drástica. “Hemos asistido a una preocupante escalada y a un comportamiento ilegal y peligroso”, sostuvo el jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell.
Bajo este nuevo contexto de militarización, Trump ha hecho advertencias a otras ciudades en Estados Unidos, insinuando que cualquier protesta que implique resistencia a las acciones federales podría enfrentarse a una fuerza igual o mayor. El gobernador Newsom, en un discurso televisado, apuntó que la decisión de Trump no hacía más que inflamar una situación potencialmente explosiva, indicando que las situaciones de violencia y vandalismo en las que se han visto envueltas las protestas están directamente relacionadas con el despliegue de marines y la Guardia Nacional. Según sus palabras, “la democracia está bajo ataque ante nuestros ojos.” A pesar de la militarización, las protestas se han extendido a otras ciudades como Nueva York, Chicago y San Francisco, donde también se han registrado enfrentamientos y detenciones. En total, se estima que más de 300 inmigrantes han sido detenidos en las redadas.