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Telefónica se prepara para un nuevo ERE que afectará a múltiples filiales y plantea desafíos laborales y políticos
La operadora busca reducir costes y mejorar su eficiencia en un contexto de fuerte presión sindical y requisitos de garantías laborales.
Publicado: 17 de noviembre de 2025, 07:46
Telefónica ha convocado a los sindicatos UGT, CCOO y Sumados-Fetico para discutir un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) que podría incluir alrededor de 6.000 a 7.000 despidos, representando entre el 24% y el 28% de su plantilla en España. Este ajuste es parte del Plan Estratégico 2026-2030 y busca alinear la empresa con una realidad financiera más exigente, enfrentando desafíos en su relación con el Estado, su principal accionista.
El ajuste busca reducir costes operativos y mejorar la eficiencia, con la meta de ahorrar entre 2.300 millones de euros en 2028 a 3.000 millones en 2030. La reunión con los sindicatos es clave, ya que se busca garantizar condiciones laborales para los trabajadores afectados. Las negociaciones previas han resultado en mejoras económicas, y se espera que se logre un consenso que minimice despidos y ofrezca condiciones favorables para aquellos que se acojan al ERE.
El nuevo ERE también tiene implicaciones políticas, dado el papel del Estado como accionista de Telefónica. Se han fortalecido los lazos entre la empresa y los sindicatos, lo que puede facilitar las negociaciones. Se prevé que las discusiones avancen rápidamente, permitiendo a Telefónica imputar los costes del ERE en el actual ejercicio fiscal, lo cual podría afectar su balance financiero.
El ajuste busca reducir costes operativos y mejorar la eficiencia, con la meta de ahorrar entre 2.300 millones de euros en 2028 a 3.000 millones en 2030. La reunión con los sindicatos es clave, ya que se busca garantizar condiciones laborales para los trabajadores afectados. Las negociaciones previas han resultado en mejoras económicas, y se espera que se logre un consenso que minimice despidos y ofrezca condiciones favorables para aquellos que se acojan al ERE.
El nuevo ERE también tiene implicaciones políticas, dado el papel del Estado como accionista de Telefónica. Se han fortalecido los lazos entre la empresa y los sindicatos, lo que puede facilitar las negociaciones. Se prevé que las discusiones avancen rápidamente, permitiendo a Telefónica imputar los costes del ERE en el actual ejercicio fiscal, lo cual podría afectar su balance financiero.