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Telefónica consolida su control sobre FiBrasil al adquirir el 50% restante por 131 millones de euros

La teleco refuerza su presencia en el mercado de fibra óptica brasileño y continúa su estrategia de expansión en América Latina.

Publicado: 11 de julio de 2025, 07:18

La multinacional Telefónica ha concretado la compra del 50% de la empresa FiBrasil al fondo canadiense Caisse de dépôt et placement du Québec (CDPQ) por una suma que asciende a 850 millones de reales brasileños, equivalentes a aproximadamente 131 millones de euros. Esta transacción permitirá a Telefónica obtener el 100% del control de FiBrasil, una empresa clave en la infraestructura de fibra óptica en Brasil.

Con esta adquisición, la marca Vivo controlará el 75,01% de FiBrasil, mientras que Telefónica Infra mantendrá el 24,99% restante. La infraestructura de FiBrasil proyecta alcanzar 4,6 millones de hogares en 151 ciudades a finales de 2024, lo que elevará la cobertura total de la red de fibra de Vivo a 30 millones de unidades en 444 ciudades y 7,2 millones de clientes conectados. Telefónica también busca robustecer su posición en el mercado de servicios fijos en Brasil y mejorar la experiencia del cliente en el país.

La operación es parte de una revisión estratégica más amplia de Telefónica, que se enfoca en reducir su exposición en Hispanoamérica, vendiendo sus filiales en varios países de la región para fortalecer su posición en mercados más importantes. En este sentido, se espera que la nueva hoja de ruta de la empresa, que se anunciará en el último trimestre del año, concentre los recursos y esfuerzos en Brasil como el único mercado prioritario en Latinoamérica. Además, esta adquisición refuerza la estrategia de crecimiento de Vivo, que se centra en la oferta combinada de servicios fijos y móviles, con la solución Vivo Total, que ya cuenta con 2,7 millones de clientes y un crecimiento anual del 77%. Marc Murtra, presidente de Telefónica, también destaca esta operación como un impulso significativo en su enfoque hacia el mercado brasileño, donde se han realizado desinversiones en otros países como Argentina, Perú, Colombia, Ecuador y Uruguay, por un importe conjunto de cerca de 1.900 millones de euros.