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Sushila Karki asume como primera ministra de Nepal en medio de protestas de la Generación Z mientras marca un hito histórico
La ex presidenta de la Corte Suprema se convierte en la primera mujer líder del país después de una crisis política significativa.
Publicado: 13 de septiembre de 2025, 18:52
Nepal ha entrado en una nueva etapa política con el nombramiento de Sushila Karki como primera ministra interina, convirtiéndose en la primera mujer en asumir el cargo en la historia del país. Su nombramiento llega en un momento de intensa crisis política y tras días de protestas lideradas por la Generación Z, que demandaban cambios significativos en la conducción del gobierno. Karki, de 73 años, ha prometido lealtad a la nación y compromiso para cumplir la ley y sus deberes con honestidad y sinceridad.
La llegada de Karki al poder es vista como un símbolo de cambio en una nación con fuertes tradiciones patriarcales. Su designación fue posible gracias a la presión de las protestas recientes que reclamaban un nuevo rumbo político. Aunque su nombramiento desafía la norma de que solo un miembro del Parlamento puede ser designado primer ministro, el consenso político facilitó su acceso al cargo. Karki ha tenido una larga trayectoria en derecho y justicia, destacándose por su firme posicionamiento contra la corrupción y por promover la equidad de género.
El contexto actual está marcado por una ola de protestas que han dejado más de 50 muertos. Karki es vista como una figura de consenso que podría traer estabilidad y satisfacer las demandas de cambio de la juventud. Sin embargo, deberá enfrentar la desconfianza hacia las instituciones y buscar implementar reformas significativas para restaurar la confianza en el sistema político, lo que será crucial para evitar la violencia y desestabilización en el país.
La llegada de Karki al poder es vista como un símbolo de cambio en una nación con fuertes tradiciones patriarcales. Su designación fue posible gracias a la presión de las protestas recientes que reclamaban un nuevo rumbo político. Aunque su nombramiento desafía la norma de que solo un miembro del Parlamento puede ser designado primer ministro, el consenso político facilitó su acceso al cargo. Karki ha tenido una larga trayectoria en derecho y justicia, destacándose por su firme posicionamiento contra la corrupción y por promover la equidad de género.
El contexto actual está marcado por una ola de protestas que han dejado más de 50 muertos. Karki es vista como una figura de consenso que podría traer estabilidad y satisfacer las demandas de cambio de la juventud. Sin embargo, deberá enfrentar la desconfianza hacia las instituciones y buscar implementar reformas significativas para restaurar la confianza en el sistema político, lo que será crucial para evitar la violencia y desestabilización en el país.