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Suecia reubica la emblemática iglesia de Kiruna para salvarla de la expansión minera que amenaza su existencia
La histórica iglesia de madera, símbolo de Kiruna, inicia un traslado sin precedentes para evitar ser dañada por la mina de hierro.
Publicado: 19 de agosto de 2025, 11:51
En la región de Laponia, en el extremo norte de Suecia, un acontecimiento singular ha captado la atención de miles de personas. La emblemática Iglesia de Kiruna, construida hace 113 años y reconocida por su arquitectura única, está siendo trasladada de su ubicación original a un nuevo emplazamiento a cinco kilómetros al este. El traslado comenzó el 19 de agosto de 2025 y se espera que finalice un día después. Este monumental movimiento involucra mover 672 toneladas de un edificio considerado uno de los más bellos del país y es una respuesta directa a la expansión de la mina de hierro subterránea más grande de Europa.
La necesidad de este traslado radica en el devastador impacto que la minería ha tenido sobre la infraestructura de la ciudad. Desde hace más de dos décadas, el plan de reubicación de Kiruna ha buscado preservar su patrimonio y asegurar el bienestar de sus ciudadanos, ya que la explotación mineral ha comenzado a agrietar edificios y carreteras. Más de 25 estructuras ya han sido elevadas y trasladadas, pero el movimiento de la iglesia es un evento especialmente significativo, dado su valor cultural y religioso para la comunidad.
El proceso de reubicación se ha organizado como parte de un plan urbano más amplio, dado que toda la ciudad de Kiruna enfrenta el hundimiento de su suelo por la actividad minera de la empresa estatal LKAB. El traslado de la iglesia es solo una parte de un esfuerzo más grande que incluye la reubicación de hasta 23 edificios culturales. El evento ha generado gran expectativa, con miles de personas, incluyendo al rey Carlos XVI Gustavo, congregándose para presenciar el monumental traslado, que se realiza a un ritmo de medio kilómetro por hora, utilizando tráilers diseñados específicamente para este propósito.
El traslado ha sido un desafío técnico que demandó ocho años de preparación y un costo estimado de 500 millones de coronas suecas (aproximadamente 45 millones de euros). Se han implementado diversas medidas logísticas, incluyendo la ampliación de caminos y la excavación de más de 3,200 metros cúbicos de tierra para colocar vigas de acero que soportan el templo. Esta operación ha recibido una bendición especial antes de comenzar, subrayando su importancia para la comunidad
Sin embargo, no todos ven este traslado con buenos ojos. Miembros de la comunidad sami han expresado su preocupación por el impacto ambiental de la minería que ha forzado esta reubicación, temiendo que las futuras expansiones de la mina afecten sus rutas de pastoreo de renos y el sustento de sus tradiciones.
La necesidad de este traslado radica en el devastador impacto que la minería ha tenido sobre la infraestructura de la ciudad. Desde hace más de dos décadas, el plan de reubicación de Kiruna ha buscado preservar su patrimonio y asegurar el bienestar de sus ciudadanos, ya que la explotación mineral ha comenzado a agrietar edificios y carreteras. Más de 25 estructuras ya han sido elevadas y trasladadas, pero el movimiento de la iglesia es un evento especialmente significativo, dado su valor cultural y religioso para la comunidad.
El proceso de reubicación se ha organizado como parte de un plan urbano más amplio, dado que toda la ciudad de Kiruna enfrenta el hundimiento de su suelo por la actividad minera de la empresa estatal LKAB. El traslado de la iglesia es solo una parte de un esfuerzo más grande que incluye la reubicación de hasta 23 edificios culturales. El evento ha generado gran expectativa, con miles de personas, incluyendo al rey Carlos XVI Gustavo, congregándose para presenciar el monumental traslado, que se realiza a un ritmo de medio kilómetro por hora, utilizando tráilers diseñados específicamente para este propósito.
El traslado ha sido un desafío técnico que demandó ocho años de preparación y un costo estimado de 500 millones de coronas suecas (aproximadamente 45 millones de euros). Se han implementado diversas medidas logísticas, incluyendo la ampliación de caminos y la excavación de más de 3,200 metros cúbicos de tierra para colocar vigas de acero que soportan el templo. Esta operación ha recibido una bendición especial antes de comenzar, subrayando su importancia para la comunidad
Sin embargo, no todos ven este traslado con buenos ojos. Miembros de la comunidad sami han expresado su preocupación por el impacto ambiental de la minería que ha forzado esta reubicación, temiendo que las futuras expansiones de la mina afecten sus rutas de pastoreo de renos y el sustento de sus tradiciones.