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Siria celebra un año del derrocamiento de Al-Assad con promesas de reconstrucción y desafíos persistentes
Ahmed al-Sharaa lidera la conmemoración mientras el país enfrenta retos en su transición hacia una nueva etapa.
Publicado: 9 de diciembre de 2025, 10:12
Este lunes, Siria conmemoró el primer aniversario de la caída del régimen de Bashar al-Assad, un evento marcado por actos oficiales, desfiles militares y manifestaciones en diversas ciudades del país. El presidente de transición, Ahmed al-Sharaa, destacó la necesidad de reconstruir 'una Siria fuerte y digna de su presente y su pasado'. Sin embargo, a pesar del clima festivo, los analistas advierten sobre la complejidad de la situación actual, marcada por la violencia sectaria y la desconfianza entre comunidades.
La comunidad internacional también envió mensajes de apoyo al proceso de reconstrucción. Organismos como Amnistía Internacional advirtieron sobre las violaciones a los derechos humanos que continúan repercutiendo en la sociedad, con alrededor de 300.000 sirios desaparecidos. Además, el actual régimen ha propuesto un proceso de reconstrucción que incluye un compromiso con la justicia, aunque se anticipa que las elecciones libres no ocurrirán antes de 2028, lo que indica significativos desafíos hacia la democracia.
La expectativa es que el nuevo gobierno, apoyado internacionalmente, logre consolidar un futuro más pacífico y equitativo para todos los sirios. Con más de tres millones de refugiados que han comenzado a regresar, el país enfrenta la enorme tarea de reconstruir tanto su infraestructura como la confianza entre sus pueblos.
La comunidad internacional también envió mensajes de apoyo al proceso de reconstrucción. Organismos como Amnistía Internacional advirtieron sobre las violaciones a los derechos humanos que continúan repercutiendo en la sociedad, con alrededor de 300.000 sirios desaparecidos. Además, el actual régimen ha propuesto un proceso de reconstrucción que incluye un compromiso con la justicia, aunque se anticipa que las elecciones libres no ocurrirán antes de 2028, lo que indica significativos desafíos hacia la democracia.
La expectativa es que el nuevo gobierno, apoyado internacionalmente, logre consolidar un futuro más pacífico y equitativo para todos los sirios. Con más de tres millones de refugiados que han comenzado a regresar, el país enfrenta la enorme tarea de reconstruir tanto su infraestructura como la confianza entre sus pueblos.