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Seat enfrenta una drástica caída del 90% en su beneficio por aranceles, aplazando su entrada en EE.UU.
La compañía busca adaptarse a un entorno desafiante en el sector automovilístico y mejorar su posicionamiento en el mercado global.
Publicado: 28 de julio de 2025, 19:25
La guerra comercial y la aplicación de aranceles europeos sobre los vehículos eléctricos fabricados en China han golpeado duramente los resultados de Seat, que ha registrado una caída del beneficio operativo del 90,6% en la primera mitad de 2025, situándose en 38 millones de euros. Este descenso significativo se produce en un contexto donde Seat, marca del grupo Volkswagen, enfrenta crecientes desafíos en el mercado.
Los aranceles aplicados específicamente al modelo Cupra Tavascan, el eléctrico fabricado en la planta de Anhui, China, han sido señalaros como la principal causa de esta pérdida. Con un nuevo sobrecoste global que supera el 30%, el coche se ha convertido en un factor que impacta no solo la rentabilidad del modelo, sino también la de Seat en su conjunto. Markus Haupt, actual presidente interino de la compañía, ha asegurado que están en un "entorno desafiante", señalando no solo los aranceles, sino también la intensa competencia en el sector y el incremento de costos de producción debido a la transformación hacia la electrificación.
Ante estos resultados, Seat ha tomado la decisión de aplazar su entrada en el mercado estadounidense de la marca Cupra, que estaba prevista para 2030. A pesar de la caída en las ventas de coches con la marca Seat, que bajaron un 21,4%, las entregas de Cupra crecieron un 33,4%, reflejando una tendencia en el cambio hacia modelos más electrificados y premium. La empresa está también en un proceso de transformación en sus plantas para adaptarse a la producción de vehículos eléctricos.
Los aranceles aplicados específicamente al modelo Cupra Tavascan, el eléctrico fabricado en la planta de Anhui, China, han sido señalaros como la principal causa de esta pérdida. Con un nuevo sobrecoste global que supera el 30%, el coche se ha convertido en un factor que impacta no solo la rentabilidad del modelo, sino también la de Seat en su conjunto. Markus Haupt, actual presidente interino de la compañía, ha asegurado que están en un "entorno desafiante", señalando no solo los aranceles, sino también la intensa competencia en el sector y el incremento de costos de producción debido a la transformación hacia la electrificación.
Ante estos resultados, Seat ha tomado la decisión de aplazar su entrada en el mercado estadounidense de la marca Cupra, que estaba prevista para 2030. A pesar de la caída en las ventas de coches con la marca Seat, que bajaron un 21,4%, las entregas de Cupra crecieron un 33,4%, reflejando una tendencia en el cambio hacia modelos más electrificados y premium. La empresa está también en un proceso de transformación en sus plantas para adaptarse a la producción de vehículos eléctricos.