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Santander y Barclays competen por la compra de TSB mientras el BBVA espera decisiones sobre su opa al Sabadell
La inminente venta de la filial británica TSB por Sabadell puede influir significativamente en la opa del BBVA.
Publicado: 20 de junio de 2025, 07:10
El Banco Sabadell se encuentra en una encrucijada financiera notable, ya que está gestionando un proceso acelerado para la venta de su filial británica, TSB, mientras enfrenta una opa hostil por parte de BBVA. La competencia por la compra de TSB está encabezada por dos grandes entidades bancarias: Santander y Barclays, quienes han mostrado interés en adquirir la filial por un valor aproximado de 2.000 millones de euros.
La situación se torna crítica, ya que el plazo para la venta de TSB se superpone con la fase decisiva de la opa del BBVA, que espera una notable decisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en los próximos días. La venta de TSB, según analistas, podría servir como una estrategia defensiva para el Sabadell, en un movimiento conocido como 'poison pill'. Este término se refiere a maniobras que dificultan una adquisición al debilitar a la compañía objetivo, en este caso mediante la venta de un activo clave.
El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ha indicado que el dinero obtenido de la venta se destinará a los accionistas, lo que implica la posibilidad de un dividendo extraordinario. Este dividendo se sumaría al tercer abono anual que la entidad ha planeado realizar en agosto, y su anuncio podría hacer que el BBVA ajuste hacia abajo su oferta para adquirir el banco catalán.
La situación se torna crítica, ya que el plazo para la venta de TSB se superpone con la fase decisiva de la opa del BBVA, que espera una notable decisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en los próximos días. La venta de TSB, según analistas, podría servir como una estrategia defensiva para el Sabadell, en un movimiento conocido como 'poison pill'. Este término se refiere a maniobras que dificultan una adquisición al debilitar a la compañía objetivo, en este caso mediante la venta de un activo clave.
El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ha indicado que el dinero obtenido de la venta se destinará a los accionistas, lo que implica la posibilidad de un dividendo extraordinario. Este dividendo se sumaría al tercer abono anual que la entidad ha planeado realizar en agosto, y su anuncio podría hacer que el BBVA ajuste hacia abajo su oferta para adquirir el banco catalán.