Progresista 23.8%Conservador 76.2%
Salvador Illa enfrenta desafíos para aprobar los presupuestos y mantener la estabilidad política de Cataluña en medio de crecientes presiones.
La falta de acuerdos en la financiación autonómica y la oposición política dificultan la gestión de Illa en la Generalitat.
Publicado: 13 de octubre de 2025, 11:52
Salvador Illa, presidente de la Generalitat de Cataluña, se encuentra en una complicada encrucijada política. La ausencia de presupuestos para 2025 ha generado preocupación tanto en Moncloa como en el propio Gobierno catalán, donde Illa ha visto su capacidad para gobernar severamente restringida. La falta de acuerdo para aprobar las cuentas catalanas no solo socava la imagen de estabilidad política, sino que también amenaza con desestabilizar un gobierno que ya navega en aguas turbulentas.
El principal reto radica en la implementación de un nuevo modelo de 'financiación singular' que ERC ha exigido, mientras Illa debe equilibrar esta demanda con la resistencia del Gobierno central. Esto repercute en la aprobación de los presupuestos de la Generalitat y en los Presupuestos Generales del Estado, que requieren negociación con partidos independentistas. Además, Illa enfrenta críticas de la oposición y de sus propios socios de izquierda, que han elevado la presión con exigencias fiscales y sociales.
La situación se complica con la posible irrupción de Aliança Catalana, un nuevo actor político, lo que podría alterar la dinámica entre los partidos catalanes. Mientras Illa busca construir una Cataluña inclusiva, la falta de presupuesto convierte su gestión en una tarea casi imposible, y la presión política sigue aumentando en un entorno de inestabilidad que podría culminar en una crisis de governabilidad.
El principal reto radica en la implementación de un nuevo modelo de 'financiación singular' que ERC ha exigido, mientras Illa debe equilibrar esta demanda con la resistencia del Gobierno central. Esto repercute en la aprobación de los presupuestos de la Generalitat y en los Presupuestos Generales del Estado, que requieren negociación con partidos independentistas. Además, Illa enfrenta críticas de la oposición y de sus propios socios de izquierda, que han elevado la presión con exigencias fiscales y sociales.
La situación se complica con la posible irrupción de Aliança Catalana, un nuevo actor político, lo que podría alterar la dinámica entre los partidos catalanes. Mientras Illa busca construir una Cataluña inclusiva, la falta de presupuesto convierte su gestión en una tarea casi imposible, y la presión política sigue aumentando en un entorno de inestabilidad que podría culminar en una crisis de governabilidad.