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Rusia y Ucrania retoman las negociaciones en Estambul bajo la presión de Estados Unidos y en medio de un conflicto intensificado.

Las delegaciones se encuentran por tercera vez en un intento de alcanzar un alto el fuego, con escasas esperanzas de progreso.

Publicado: 23 de julio de 2025, 12:22

La tercera ronda de negociaciones entre Rusia y Ucrania se lleva a cabo este miércoles en Estambul, marcando la primera reunión directa en más de siete semanas. Esta cita se realiza bajo la presión internacional, especialmente por parte de Estados Unidos, que ha dado un ultimátum a Moscú para alcanzar un acuerdo de paz en un plazo de 50 días. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con imponer nuevas sanciones si no se logran avances significativos en las negociaciones. Las delegaciones están encabezadas por Rustem Umérov de Ucrania y Vladímir Medinski de Rusia, con un enfoque en temas humanitarios y demandas históricas sin acuerdo previo.

El Kremlin ha advertido que no se deben esperar avances significativos en las conversaciones, y hasta ahora solo se han logrado intercambios de prisioneros sin un alto el fuego bilateral. La situación en el terreno es grave, con aumento de hostilidades y ataques de ambas partes el día previo a la negociación, donde Ucrania atacó una infraestructura ferroviaria en la región de Rostov, utilizada por las tropas rusas, lo que resalta la tensión en el contexto de las negociaciones. El aumento de la ofensiva rusa y las demandas maximalistas de Moscú son algunos de los obstáculos que hacen difícil alcanzar un entendimiento. El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, ha exhortado a mantener abierto el diálogo.

A pesar del llamado a la paz, Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin, ha reducido las expectativas de un avance significativo, sugiriendo que la agenda de las discusiones será muy compleja debido a las diferencias irreconciliables entre ambos lados. La comunidad internacional observa de cerca, conscientes de que los resultados de estas negociaciones pueden impactar no solo a Rusia y Ucrania, sino también a la estabilidad regional y global en el futuro cercano. Mientras tanto, el asesor presidencial ucraniano Mijailo Podoliak ha expresado que no se espera un gran avance real en esta ronda de negociaciones, aunque confía en que se puedan acordar nuevos intercambios de prisioneros.