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Rusia declara a Pussy Riot organización extremista, prohibiendo sus actividades y ampliando la represión contra la oposición.
La banda feminista es acusada de ser una amenaza para la seguridad nacional tras sus críticas al régimen de Putin.
Publicado: 16 de diciembre de 2025, 18:17
El tribunal del distrito Tverskói de Moscú ha declarado a Pussy Riot, el famoso grupo de punk feminista, como una organización extremista y ha prohibido sus actividades en Rusia. Este veredicto se produce tras una petición de la Fiscalía General de Rusia, que argumentó que las acciones de la banda representan una amenaza para la seguridad del Estado. La decisión fue anunciada el 15 de diciembre de 2025 y lleva a Pussy Riot a ser considerada legalmente similar a organizaciones terroristas.
La prohibición se basa no solo en el activismo reciente del grupo, que incluye la publicación de una canción en 2022 y conciertos donde criticaron la invasión de Ucrania, sino también en manifestaciones pasadas. Las integrantes de Pussy Riot han señalado que la designación como extremistas era un resultado esperado de la larga persecución legal y política que enfrentan. Este contexto refleja un clima de represión creciente para cualquier oposición al régimen.
Esta reciente escalada en la represión plantea serias preocupaciones sobre la libertad de expresión y el futuro del activismo en Rusia, donde las leyes se están utilizando como herramientas para silenciar a los críticos y borrar cualquier vestigio de oposición.
La prohibición se basa no solo en el activismo reciente del grupo, que incluye la publicación de una canción en 2022 y conciertos donde criticaron la invasión de Ucrania, sino también en manifestaciones pasadas. Las integrantes de Pussy Riot han señalado que la designación como extremistas era un resultado esperado de la larga persecución legal y política que enfrentan. Este contexto refleja un clima de represión creciente para cualquier oposición al régimen.
Esta reciente escalada en la represión plantea serias preocupaciones sobre la libertad de expresión y el futuro del activismo en Rusia, donde las leyes se están utilizando como herramientas para silenciar a los críticos y borrar cualquier vestigio de oposición.