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Retrasos de hasta dos horas en trenes AVE entre Barcelona y Madrid por una avería en Camp de Tarragona
La incidencia afecta a la circulación entre las dos ciudades tras una falla en la señalización y ha comenzado a resolverse por la mañana.
Publicado: 26 de junio de 2025, 13:10
Este martes, un significativo retraso en el servicio de trenes AVE entre Barcelona y Madrid ha impactado a numerosos pasajeros, debido a una avería en el sistema de señalización en la estación de Camp de Tarragona. Desde la madrugada, la circulación se vio interrumpida, lo que ocasionó que varios de los primeros trenes del día salieran con grandes retrasos, en algunos casos de hasta dos horas.
La primera señal de problemas se dio a las tres de la mañana, cuando se detectó una falta de tensión eléctrica que afectó el sistema de señalización entre Camp de Tarragona y la Espluga de Francolí. Como resultado, todos los trenes que deberían haber salido en las horas iniciales del día enfrentaron demoras. La situación fue tan grave que, durante un tiempo, la circulación entre Barcelona y Lleida estuvo completamente cortada, obligando a los servicios ferroviarios a adoptar medidas de emergencia.
Según informes de ADIF, la interrupción de servicio afectó a al menos seis trenes, y aunque la avería fue finalmente solucionada hacia las ocho de la mañana, los efectos se prolongaron en forma de retrasos acumulados. En el momento de la publicación de esta noticia, los viajeros continuaban enfrentándose a demoras significativas al intentar trasladarse entre las dos ciudades, lo que generó una acumulación notable de pasajeros en la estación de Sants en Barcelona.
La primera señal de problemas se dio a las tres de la mañana, cuando se detectó una falta de tensión eléctrica que afectó el sistema de señalización entre Camp de Tarragona y la Espluga de Francolí. Como resultado, todos los trenes que deberían haber salido en las horas iniciales del día enfrentaron demoras. La situación fue tan grave que, durante un tiempo, la circulación entre Barcelona y Lleida estuvo completamente cortada, obligando a los servicios ferroviarios a adoptar medidas de emergencia.
Según informes de ADIF, la interrupción de servicio afectó a al menos seis trenes, y aunque la avería fue finalmente solucionada hacia las ocho de la mañana, los efectos se prolongaron en forma de retrasos acumulados. En el momento de la publicación de esta noticia, los viajeros continuaban enfrentándose a demoras significativas al intentar trasladarse entre las dos ciudades, lo que generó una acumulación notable de pasajeros en la estación de Sants en Barcelona.