Progresista 66.5%Conservador 33.5%
Reacciones políticas y empresariales al fracaso de la opa del BBVA sobre el Banc Sabadell
Salvador Illa y la comunidad empresarial celebran el desenlace, subrayando la importancia del sistema financiero catalán.
Publicado: 17 de octubre de 2025, 12:25
La opa del BBVA sobre el Banc Sabadell ha concluido sin éxito debido a que no alcanzó el mínimo del 30% de aceptación necesario. Este resultado ha suscitado diversas reacciones, con el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, expresando su satisfacción y resaltando la necesidad de un sistema bancario que se adapte a la realidad catalana. El gobierno español también mostró respeto por la decisión de los accionistas, mientras que la ministra Yolanda Díaz alertó sobre los posibles efectos negativos de la opa en el empleo y las pequeñas empresas.
La Asociación de Accionistas Minoritarios del Sabadell manifestó contento con el fracaso de la operación, considerando que BBVA no había entendido correctamente el proyecto del Sabadell. Diferentes patronales, incluyendo Pimec y Foment del Treball, vieron el desenlace como un avance para las pymes y para la economía catalana en general. Además, líderes independentistas como Carles Puigdemont y Oriol Junqueras también valoraron positivamente el resultado, destacando la importancia de que el Sabadell mantenga fuertes vínculos con la economía y sociedad catalana.
El BBVA ha reaccionado favorablemente en la Bolsa tras el fracaso de la opa, con un incremento del 5,98% en sus acciones, lo que ha llevado a una revalorización significativa de la entidad. En contraste, las acciones de Sabadell sufrieron una caída del 6,78%. Esta diferencia en el comportamiento de las acciones se atribuye a la desaparición del descuento asociado a la opa fallida. El presidente de BBVA, Carlos Torres, refirió que tanto el resultado como la posible ampliación de capital ya eran esperados por los mercados.
El declive de Sabadell en la Bolsa y las preguntas sobre su futura estrategia financiera fueron temas recurrentes. Según analistas, el tiempo que ha durado el proceso y la falta de un apoyo sólido por parte de los accionistas institucionales han influido negativamente en la percepción del mercado sobre el futuro del banco catalán. A pesar de la caída, algunos expertos estiman que las perspectivas de Sabadell siguen siendo favorables dada la sólida base de clientes y la recuperación proyectada de la economía regional.
La resistencia del Banc Sabadell podría tener implicaciones significativas para el sistema bancario en Catalunya, lo que reafirma la relevancia de mantener una entidad bancaria que responda a las necesidades locales y apoye al tejido empresarial de la región. Según el análisis, aunque el fracaso de la opa podría ser un golpe psicológico, también permite al Sabadell continuar su enfoque en el mercado regional sin los efectos de una posible fusión con el BBVA que algunos han calificado como hostil. Los accionistas y el gobierno ven esto como una oportunidad de reafirmar su identidad como entidad local y seguir apoyando a la pequeña y mediana empresa.
Al final, los ecos del fracaso de la opa movilizan no solo a los accionistas y las entidades implicadas, sino también a diversos sectores económicos y políticos que consideraban la operación como una amenaza a la singularidad del sistema financiero en Catalunya.
La Asociación de Accionistas Minoritarios del Sabadell manifestó contento con el fracaso de la operación, considerando que BBVA no había entendido correctamente el proyecto del Sabadell. Diferentes patronales, incluyendo Pimec y Foment del Treball, vieron el desenlace como un avance para las pymes y para la economía catalana en general. Además, líderes independentistas como Carles Puigdemont y Oriol Junqueras también valoraron positivamente el resultado, destacando la importancia de que el Sabadell mantenga fuertes vínculos con la economía y sociedad catalana.
El BBVA ha reaccionado favorablemente en la Bolsa tras el fracaso de la opa, con un incremento del 5,98% en sus acciones, lo que ha llevado a una revalorización significativa de la entidad. En contraste, las acciones de Sabadell sufrieron una caída del 6,78%. Esta diferencia en el comportamiento de las acciones se atribuye a la desaparición del descuento asociado a la opa fallida. El presidente de BBVA, Carlos Torres, refirió que tanto el resultado como la posible ampliación de capital ya eran esperados por los mercados.
El declive de Sabadell en la Bolsa y las preguntas sobre su futura estrategia financiera fueron temas recurrentes. Según analistas, el tiempo que ha durado el proceso y la falta de un apoyo sólido por parte de los accionistas institucionales han influido negativamente en la percepción del mercado sobre el futuro del banco catalán. A pesar de la caída, algunos expertos estiman que las perspectivas de Sabadell siguen siendo favorables dada la sólida base de clientes y la recuperación proyectada de la economía regional.
La resistencia del Banc Sabadell podría tener implicaciones significativas para el sistema bancario en Catalunya, lo que reafirma la relevancia de mantener una entidad bancaria que responda a las necesidades locales y apoye al tejido empresarial de la región. Según el análisis, aunque el fracaso de la opa podría ser un golpe psicológico, también permite al Sabadell continuar su enfoque en el mercado regional sin los efectos de una posible fusión con el BBVA que algunos han calificado como hostil. Los accionistas y el gobierno ven esto como una oportunidad de reafirmar su identidad como entidad local y seguir apoyando a la pequeña y mediana empresa.
Al final, los ecos del fracaso de la opa movilizan no solo a los accionistas y las entidades implicadas, sino también a diversos sectores económicos y políticos que consideraban la operación como una amenaza a la singularidad del sistema financiero en Catalunya.