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Protestas y tensiones marcan la visita de Felipe VI al monasterio de Montserrat en un contexto de controversia política
La Asamblea Nacional Catalana organiza una manifestación contra la presencia del monarca, generando momentos de tensión con la policía.
Publicado: 23 de junio de 2025, 12:23
La visita del rey Felipe VI al monasterio de Montserrat, un lugar emblemático en Cataluña, se convirtió en el centro de protestas y tensiones el 23 de junio de 2025. La Assemblea Nacional Catalana (ANC) convocó a decenas de manifestantes para expresar su rechazo a la visita real, generando confrontaciones con los Mossos d'Esquadra, quienes se encontraban encargados de mantener el orden. Durante los incidentes, los Mossos identificaron y denunciaron a al menos un manifestante por agresión a la autoridad, lo cual provocó la crítica por parte de los convocantes de la manifestación, quienes denunciaron un uso desproporcionado de la fuerza.
El presidente de la ANC, Lluís Llach, ha intensificado sus críticas hacia la monarquía, afirmando que esta es parte de un régimen que ha reprimido al independentismo catalán. Además, llamó a que quienes apoyen al rey deberían quedárselo, reiterando que Cataluña no le da la bienvenida. En redes sociales, Llach proclamó: "Cataluña no quiere a este rey, son cómplices del régimen represor". La participación de otros políticos independentistas, como Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, también acentuó las tensiones, resaltando que la visita de Felipe VI simboliza un intento de españolizar la cultura catalana. Durante el evento, algunos manifestantes intentaron cruzar el cordón policial, lo que resultó en empujones y gritos de consignas en contra de la monarquía.
Junqueras, presidente de Esquerra Republicana, consideró la presencia de los monarcas en Montserrat como "una falta de respeto a Catalunya", afirmando que "la monarquía representa una institución caduca e impuesta que nunca ha sido sometida a la voluntad popular". Por su parte, Puigdemont denunció que la visita es una provocación y parte de un plan para "españolizar" Cataluña, con críticas dirigidas también hacia los partidos socialistas que gobiernan en la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona.
La jornada concluyó con un ambiente marcado por la división y el descontento, con reclamos de que "Cataluña no tiene rey" resonando entre los participantes de la manifestación, que buscaban que su mensaje de rechazo fuera escuchado en un contexto de creciente tensión entre Catalunya y el gobierno español. Además, se destacó que la ANC organizó estas protestas como una reactivación de su movimiento, los cuales habían disminuido en los últimos años, evidenciando así el persistente malestar hacia la figura de Felipe VI.
El presidente de la ANC, Lluís Llach, ha intensificado sus críticas hacia la monarquía, afirmando que esta es parte de un régimen que ha reprimido al independentismo catalán. Además, llamó a que quienes apoyen al rey deberían quedárselo, reiterando que Cataluña no le da la bienvenida. En redes sociales, Llach proclamó: "Cataluña no quiere a este rey, son cómplices del régimen represor". La participación de otros políticos independentistas, como Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, también acentuó las tensiones, resaltando que la visita de Felipe VI simboliza un intento de españolizar la cultura catalana. Durante el evento, algunos manifestantes intentaron cruzar el cordón policial, lo que resultó en empujones y gritos de consignas en contra de la monarquía.
Junqueras, presidente de Esquerra Republicana, consideró la presencia de los monarcas en Montserrat como "una falta de respeto a Catalunya", afirmando que "la monarquía representa una institución caduca e impuesta que nunca ha sido sometida a la voluntad popular". Por su parte, Puigdemont denunció que la visita es una provocación y parte de un plan para "españolizar" Cataluña, con críticas dirigidas también hacia los partidos socialistas que gobiernan en la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona.
La jornada concluyó con un ambiente marcado por la división y el descontento, con reclamos de que "Cataluña no tiene rey" resonando entre los participantes de la manifestación, que buscaban que su mensaje de rechazo fuera escuchado en un contexto de creciente tensión entre Catalunya y el gobierno español. Además, se destacó que la ANC organizó estas protestas como una reactivación de su movimiento, los cuales habían disminuido en los últimos años, evidenciando así el persistente malestar hacia la figura de Felipe VI.