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Preocupación creciente por la anestesia infantil tras complicaciones causadas por un anestesista en clínicas de Alzira y Paterna
La salud de varias niñas está en el centro de un escándalo que ha sacudido el sector de la odontología pediátrica.
Publicado: 12 de diciembre de 2025, 03:24
Un grave incidente ha generado inquietud en cuanto al uso de anestesia en tratamientos dentales infantiles en España. En las últimas semanas, dos niñas han sufrido complicaciones tras ser sedadas en clínicas dentales de Alzira y Paterna, ambas bajo la atención de un anestesista que ha sido detenido por homicidio imprudente. El caso ha suscitado una amplia preocupación entre los padres, quienes se muestran más cautelosos al considerar tratamientos que requieran anestesia para sus hijos.
La primera menor afectada fue una niña de seis años que falleció el 20 de noviembre tras haber recibido anestesia en una clínica dental de Alzira. Unos minutos antes, otra niña de cuatro años, que también había sido atendida en la misma clínica, fue trasladada al hospital con fiebre y otros síntomas, pero logró recuperarse gracias a la rápida acción de su madre. Posteriormente, una tercera niña de cinco años sufrió complicaciones tras recibir anestesia en una clínica de Paterna. Esta situación ha llevado a las autoridades a investigar más a fondo la trayectoria del anestesista.
El crecimiento de la preocupación entre los padres ha sido evidente en varios centros odontológicos, donde se reporta que los pacientes están llegando con un mayor recelo respecto a la sedación de sus hijos. Aunque los profesionales defienden que la sedación puede ser un procedimiento seguro si se realiza bajo protocolos adecuados, muchos padres se muestran más cautelosos después de los recientes sucesos. Este trágico caso y los posteriores efectos en las clínicas dentales subrayan la necesidad de una revisión exhaustiva en el manejo de la anestesia en procedimientos pediátricos.
La primera menor afectada fue una niña de seis años que falleció el 20 de noviembre tras haber recibido anestesia en una clínica dental de Alzira. Unos minutos antes, otra niña de cuatro años, que también había sido atendida en la misma clínica, fue trasladada al hospital con fiebre y otros síntomas, pero logró recuperarse gracias a la rápida acción de su madre. Posteriormente, una tercera niña de cinco años sufrió complicaciones tras recibir anestesia en una clínica de Paterna. Esta situación ha llevado a las autoridades a investigar más a fondo la trayectoria del anestesista.
El crecimiento de la preocupación entre los padres ha sido evidente en varios centros odontológicos, donde se reporta que los pacientes están llegando con un mayor recelo respecto a la sedación de sus hijos. Aunque los profesionales defienden que la sedación puede ser un procedimiento seguro si se realiza bajo protocolos adecuados, muchos padres se muestran más cautelosos después de los recientes sucesos. Este trágico caso y los posteriores efectos en las clínicas dentales subrayan la necesidad de una revisión exhaustiva en el manejo de la anestesia en procedimientos pediátricos.