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Portugal celebra 40 años de adhesión a la UE, destacando su impacto en la democracia y los avances económicos
Los ciudadanos afirman haberse beneficiado enormemente de su pertenencia a la Unión Europea, a pesar de los retos de la austeridad.
Publicado: 12 de junio de 2025, 13:08
En 2025, Portugal conmemora cuatro décadas desde su adhesión a la Unión Europea, un acontecimiento que ha marcado la historia del país tanto política como económicamente. En una reciente encuesta de la Fundación Francisco Manuel dos Santos, se revela que el 90% de los portugueses considera que su país se ha beneficiado de ser parte de la UE. Este apoyo se ha mantenido firme a lo largo de las crisis, incluida la dura austeridad impuesta por la troika entre 2011 y 2014.
El ex presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, también reflexiona sobre este aniversario, enfatizando que la adhesión fue un acto político esencial que permitió a Portugal regresar a su 'lugar natural' en Europa. A pesar de los avances, persisten retos significativos en términos de competitividad económica y convergencia con los estándares de la UE, sugiriendo que es necesario seguir abogando por una política industrial activa.
La realidad actual de Portugal es notablemente diferente a la que existía antes de 1986, con una tasa de desempleo en mínimos históricos. Sin embargo, el debate sobre la excesiva terciarización y la necesidad de reindustrialización no ha cesado, evidenciando que, aunque se han logrado muchas cosas, aún queda trabajo por hacer.
El ex presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, también reflexiona sobre este aniversario, enfatizando que la adhesión fue un acto político esencial que permitió a Portugal regresar a su 'lugar natural' en Europa. A pesar de los avances, persisten retos significativos en términos de competitividad económica y convergencia con los estándares de la UE, sugiriendo que es necesario seguir abogando por una política industrial activa.
La realidad actual de Portugal es notablemente diferente a la que existía antes de 1986, con una tasa de desempleo en mínimos históricos. Sin embargo, el debate sobre la excesiva terciarización y la necesidad de reindustrialización no ha cesado, evidenciando que, aunque se han logrado muchas cosas, aún queda trabajo por hacer.