Progresista 60%Conservador 40%
Pedro Sánchez contradice su promesa de eliminar aforamientos y critica al PP en plan de anticorrupción
El presidente del Gobierno de España presenta un nuevo plan anticorrupción mientras se retracta de eliminar los aforamientos, generando críticas.
Publicado: 11 de julio de 2025, 12:35
En fechas recientes, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha estado en el centro del debate público tras su cambio en la postura sobre los aforamientos de políticos. En un anuncio que data de 2018, Sánchez se comprometió a terminar con los aforamientos, afirmando que era necesaria una reforma constitucional para garantizar la igualdad y la ejemplaridad en la política española. Sin embargo, en su más reciente plan contra la corrupción, presentada en el Congreso, se omitieron medidas sobre la eliminación de estos aforamientos que, en ocasiones, impiden que políticos sean investigados por delitos comunes.
A lo largo de su mandato, la insistencia en la importancia de remover los aforamientos se ha desvanecido, lo que ha generado especulaciones sobre su motivación real detrás de este cambio. Sánchez ha argumentado que su decisión de no continuar con la eliminación de los aforamientos se basa en la seguridad de los cargos públicos y la posibilidad de que, sin esta protección, sean objeto de querellas de forma fácil y sin fundamento. A medida que se acerca el periodo electoral, estos movimientos de Sánchez en política anticorrupción y su sorprendente abandono de la promesa de eliminar los aforamientos podrían estar influenciados por la presión de mantener y reforzar su apoyo político ante las próximas elecciones.
Además, el contexto político ha sido aún más tenso tras el escándalo del ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, quien fue encarcelado por su implicación en un caso de corrupción. Este hecho ha golpeado fuertemente al PSOE, con una reciente encuesta del CIS que ha registrado una caída de 7,3 puntos en la intención de voto del partido, dejándolos con un 27% frente al 26,5% del PP. Con Vox pisándoles los talones con un 18,9%, el futuro electoral de Sánchez se presenta incierto.
Adicionalmente, el presidente se ha visto envuelto en la controversia relacionada con el Tribunal Constitucional. En su reunión del 9 de julio, Sánchez afirmó haber pactado con el líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, la renovación de este organismo. Sin embargo, su afirmación ha sido contestada por el mismo Feijóo, lo que ha añadido más incertidumbre sobre la relación entre ambos partidos y la transparencia en las prácticas políticas. Durante este periodo, Feijóo ha intensificado su ofensiva contra Sánchez, acusándolo de beneficiarse de los negocios de su suegro, vinculado a la prostitución, un ataque que el PSOE ha calificado de intolerable y basado en información de la llamada "policía patriótica". Desde el PSOE, se ha exigido a Feijóo que dé explicaciones sobre el uso de esa información y se reitera que estos hechos merecen investigación judicial. Así, la política española se encuentra en un cruce de caminos, con acusaciones y promesas de regeneración que parecen cada vez más lejanas.
A lo largo de su mandato, la insistencia en la importancia de remover los aforamientos se ha desvanecido, lo que ha generado especulaciones sobre su motivación real detrás de este cambio. Sánchez ha argumentado que su decisión de no continuar con la eliminación de los aforamientos se basa en la seguridad de los cargos públicos y la posibilidad de que, sin esta protección, sean objeto de querellas de forma fácil y sin fundamento. A medida que se acerca el periodo electoral, estos movimientos de Sánchez en política anticorrupción y su sorprendente abandono de la promesa de eliminar los aforamientos podrían estar influenciados por la presión de mantener y reforzar su apoyo político ante las próximas elecciones.
Además, el contexto político ha sido aún más tenso tras el escándalo del ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, quien fue encarcelado por su implicación en un caso de corrupción. Este hecho ha golpeado fuertemente al PSOE, con una reciente encuesta del CIS que ha registrado una caída de 7,3 puntos en la intención de voto del partido, dejándolos con un 27% frente al 26,5% del PP. Con Vox pisándoles los talones con un 18,9%, el futuro electoral de Sánchez se presenta incierto.
Adicionalmente, el presidente se ha visto envuelto en la controversia relacionada con el Tribunal Constitucional. En su reunión del 9 de julio, Sánchez afirmó haber pactado con el líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, la renovación de este organismo. Sin embargo, su afirmación ha sido contestada por el mismo Feijóo, lo que ha añadido más incertidumbre sobre la relación entre ambos partidos y la transparencia en las prácticas políticas. Durante este periodo, Feijóo ha intensificado su ofensiva contra Sánchez, acusándolo de beneficiarse de los negocios de su suegro, vinculado a la prostitución, un ataque que el PSOE ha calificado de intolerable y basado en información de la llamada "policía patriótica". Desde el PSOE, se ha exigido a Feijóo que dé explicaciones sobre el uso de esa información y se reitera que estos hechos merecen investigación judicial. Así, la política española se encuentra en un cruce de caminos, con acusaciones y promesas de regeneración que parecen cada vez más lejanas.