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Patricia Ramírez denuncia amenazas de Ana Julia Quezada y pide medidas de protección en Almería
La madre de Gabriel Cruz ha declarado ante el juez tras recibir amenazas y teme por su seguridad.
Publicado: 23 de julio de 2025, 19:49
Patricia Ramírez, madre de Gabriel Cruz, se presentó el miércoles en el Juzgado de Instrucción número 1 de Almería para ratificar su denuncia por amenazas de muerte que, según ella, provienen de Ana Julia Quezada, condenada por el asesinato de su hijo en 2018. Las amenazas comenzaron tras su oposición a un documental sobre el caso, provocando la ira de Quezada y su entorno, quienes la habrían amenazado desde la prisión.
Ramírez afirmó que no puede tomar las amenazas "a la ligera" y vive con miedo, tomando medidas de seguridad y recibiendo llamadas inquietantes. En su declaración, mencionó que las amenazas provienen de personas significativas, sugiriendo la posibilidad de terceros involucrados en las mismas. A pesar de su denuncia inicial archivada, Ramírez ha exigido seriedad en las acusaciones y protección adecuada.
La audiencia de Quezada se realizó por videoconferencia, donde ella se limitó a responder escuetamente. Un testigo clave corroboró las amenazas y se ofreció a aportar evidencia. Ramírez ha expresado su deseo de que se prohíba el documental que Quezada quería realizar desde la cárcel, considerándolo una burla hacia la memoria de su hijo.
Ramírez afirmó que no puede tomar las amenazas "a la ligera" y vive con miedo, tomando medidas de seguridad y recibiendo llamadas inquietantes. En su declaración, mencionó que las amenazas provienen de personas significativas, sugiriendo la posibilidad de terceros involucrados en las mismas. A pesar de su denuncia inicial archivada, Ramírez ha exigido seriedad en las acusaciones y protección adecuada.
La audiencia de Quezada se realizó por videoconferencia, donde ella se limitó a responder escuetamente. Un testigo clave corroboró las amenazas y se ofreció a aportar evidencia. Ramírez ha expresado su deseo de que se prohíba el documental que Quezada quería realizar desde la cárcel, considerándolo una burla hacia la memoria de su hijo.