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Partido Popular lleva a Pedro Sánchez al Senado por el 'caso Koldo' mientras enfrenta desafíos en el interrogatorio
La comparecencia del presidente del Gobierno en el Senado genera tensiones y riesgos para el PP al no contar con pruebas contundentes.
Publicado: 10 de octubre de 2025, 06:42
El ambiente político se agita con la inminente comparecencia de Pedro Sánchez ante el Senado a raíz del 'caso Koldo', un proceso que el Partido Popular (PP) ha convertido en su estrategia clave para intentar desgastar al actual mandatario y, potencialmente, avanzar en sus aspiraciones hacia la Moncloa. A medida que se acerca la fecha del interrogatorio, el PP enfrenta considerables presiones y dudas sobre quién asumirá el desafío de interrogar al presidente y cómo manejarán los riesgos asociados a su comparecencia.
El 'caso Koldo' se refiere a la investigación judicial que salpica a varias figuras del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), incluidos el exministro José Luis Ábalos y otros miembros destacados. A pesar de las acusaciones y el contexto político tenso, voces dentro del PP han admitido que llevar a Sánchez al Senado conlleva riesgos, ya que carecen de pruebas sólidas que lo comprometan directamente y el escenario podría revertir en su beneficio.
El PSOE, por su parte, está cuidadosamente monitoreando la situación y tratando de minimizar el impacto de esta comparecencia. En público, intentan mostrar una imagen de calma que contrasta con la presión interna que genera el proceso. La comparecencia está programada para finales de octubre, unas semanas cruciales para ambos partidos, donde asuntos como la corrupción y la política española en general están en el centro del debate público.
El 'caso Koldo' se refiere a la investigación judicial que salpica a varias figuras del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), incluidos el exministro José Luis Ábalos y otros miembros destacados. A pesar de las acusaciones y el contexto político tenso, voces dentro del PP han admitido que llevar a Sánchez al Senado conlleva riesgos, ya que carecen de pruebas sólidas que lo comprometan directamente y el escenario podría revertir en su beneficio.
El PSOE, por su parte, está cuidadosamente monitoreando la situación y tratando de minimizar el impacto de esta comparecencia. En público, intentan mostrar una imagen de calma que contrasta con la presión interna que genera el proceso. La comparecencia está programada para finales de octubre, unas semanas cruciales para ambos partidos, donde asuntos como la corrupción y la política española en general están en el centro del debate público.