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Paracaidista atrapado en avión a 4.500 metros logra salvarse gracias a su entrenamiento y un cuchillo especial
El incidente ocurrido en Queensland destaca la importancia de las medidas de seguridad en el paracaidismo.
Publicado: 12 de diciembre de 2025, 19:55
El cielo sobre Queensland, Australia, fue testigo de un aterrador incidente de paracaidismo el pasado 20 de septiembre, cuando un paracaidista experimentado quedó atrapado en la cola de una avioneta Cessna Caravan a 4.500 metros de altura. Durante un salto planificado con un grupo de 17 paracaidistas, una de las asas del paracaídas se enganchó en el flap del avión, provocando un despliegue involuntario que lo arrastró hacia la parte posterior de la aeronave.
Atrapado y herido, el paracaidista utilizó un cuchillo de gancho para cortar las sogas de su equipo y logró liberarse, permitiendo que su paracaídas principal se desplegara antes de aterrizar con heridas leves. La respuesta rápida del piloto, quien decidió reducir la potencia del motor para estabilizar el avión, fue crucial para manejar la crisis, mientras otros paracaidistas saltaron para aligerar la carga.
Un informe de la Oficina Australiana de Seguridad en el Transporte (ATSB) confirmó que el paracaidista logró cortar hasta 11 líneas de su paracaídas de reserva en menos de un minuto, lo que le permitió recuperar su libertad antes de abrir su paracaídas principal. Este incidente ha servido para que las autoridades aeronáuticas australianas enfaticen la importancia de contar con el equipamiento adecuado, subrayando que aunque el cuchillo de seguridad no es obligatorio, su uso resultó vital en esta emergencia. Tras el incidente, el club de paracaidismo revisó sus protocolos, exigiendo que todos los paracaidistas porten cuchillos y actualizando la lista de chequeo de seguridad. Además, se han dado advertencias adicionales sobre el uso de oxígeno y procedimientos para saltos múltiples ante la importancia de la correcta identificación de los controles durante situaciones de emergencia.
Atrapado y herido, el paracaidista utilizó un cuchillo de gancho para cortar las sogas de su equipo y logró liberarse, permitiendo que su paracaídas principal se desplegara antes de aterrizar con heridas leves. La respuesta rápida del piloto, quien decidió reducir la potencia del motor para estabilizar el avión, fue crucial para manejar la crisis, mientras otros paracaidistas saltaron para aligerar la carga.
Un informe de la Oficina Australiana de Seguridad en el Transporte (ATSB) confirmó que el paracaidista logró cortar hasta 11 líneas de su paracaídas de reserva en menos de un minuto, lo que le permitió recuperar su libertad antes de abrir su paracaídas principal. Este incidente ha servido para que las autoridades aeronáuticas australianas enfaticen la importancia de contar con el equipamiento adecuado, subrayando que aunque el cuchillo de seguridad no es obligatorio, su uso resultó vital en esta emergencia. Tras el incidente, el club de paracaidismo revisó sus protocolos, exigiendo que todos los paracaidistas porten cuchillos y actualizando la lista de chequeo de seguridad. Además, se han dado advertencias adicionales sobre el uso de oxígeno y procedimientos para saltos múltiples ante la importancia de la correcta identificación de los controles durante situaciones de emergencia.