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OIEA confirma graves daños en instalaciones nucleares de Irán tras ataques aéreos de EE.UU. en Isfahán y Natanz

Rafael Grossi destaca la devastación en Natanz y problemas operativos en Isfahán tras el uso de nuevas bombas estadounidenses.

Publicado: 22 de junio de 2025, 19:05

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha emitido un informe alarmante sobre los daños ocasionados por los recientes ataques aéreos de Estados Unidos en tres instalaciones nucleares iraníes, con un enfoque particular en Isfahán y Natanz. Rafael Mariano Grossi, director del OIEA, ha confirmado que las instalaciones de Natanz han sido 'completamente destruidas' en su superficie, mientras que la planta de Isfahán se encuentra 'prácticamente inoperativa' tras recibir ataques directos. Además, Grossi alertó sobre el potencial derrumbe del régimen global de no proliferación nuclear debido a la escalada militar en torno al programa nuclear de Irán.

Los ataques han implicado el uso de bombas MOP (Massive Ordnance Penetrator), complicando la evaluación de los daños, especialmente en las instalaciones subterráneas de Fordow, que ha recibido al menos dos de estas nuevas bombas. Grossi señaló que ha habido cortes eléctricos prolongados en Natanz, complicando aún más la operación y gestión de las instalaciones nucleares. Esto refleja un punto de quiebre en la política internacional hacia el programa nuclear iraní y plantea serias cuestiones sobre las repercusiones de las acciones militares de EE.UU.

Tras los ataques, el gobierno iraní ha anunciado que considerará cerrar el estratégico Estrecho de Ormuz, una acción que podría afectar dramáticamente el comercio global, dado que por allí transita alrededor del 20% del petróleo mundial. La Asamblea de Asesoría Islámica de Irán ha votado a favor de esta opción, aunque la decisión final dependerá del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, encabezado por el Líder Supremo, el ayatolá Ali Khamenei. El ministro de Exteriores, Abbas Araqchi, también ha afirmado que las consecuencias por el ataque de EE.UU. serán 'duraderas' y se están reservando 'todas las opciones' para defender la soberanía iraní.

A pesar de los daños, el OIEA no ha detectado un aumento en los niveles de radiación fuera de las instalaciones afectadas. Sin embargo, la comunidad internacional observa con creciente preocupación cómo estas acciones pueden afectar la dinámica del poder en la región y la futura negociación sobre el programa nuclear de Irán. La tensión en los mercados también ha aumentado, con los precios del petróleo subiendo debido a los temores sobre el conflicto.