Progresista 100%Conservador 0%
Nuevos terremotos sacuden Afganistán, exacerbando la crisis humanitaria tras el devastador sismo del 31 de agosto.
La serie de temblores en la provincia de Kunar ha obligado a evacuaciones y ha dejado a millones en situación de vulnerabilidad.
Publicado: 6 de septiembre de 2025, 11:52
En los últimos días, la provincia de Kunar, en el este de Afganistán, ha sido epicentro de una serie de nuevos terremotos que han sembrado el pánico entre la población. Tras el devastador sismo del 31 de agosto que dejó más de 2.200 muertes y miles de casas destruidas, la situación se agrava con temblores adicionales. El más reciente, registrado el viernes por la noche con una magnitud de 5.2, fue precedido por un sismo de 4.5. Este incremento en la actividad sísmica ha forzado nuevas evacuaciones y genera un miedo palpable en las zonas afectadas.
El seísmo inicial de magnitud 6.0 había expuesto a alrededor de 85.000 personas a sacudidas fuertes, y las continuas réplicas están elevando el temor entre los residentes, quienes empiezan a abandonar lo poco que queda de sus hogares. La situación es alarmante, pues la misma provincia ya está enfrentando una de las peores crisis humanitarias del mundo, donde cerca de 23 millones de personas dependen de asistencia humanitaria.
La ONG Save the Children ha reportado que más de 260.000 niños se han visto afectados por los recientes terremotos y aproximadamente 280 han quedado huérfanos. Ese miedo y el duelo que viven son constantes recordatorios del trauma sufrido. Las agencias de ayuda enfrentan un escenario riesgoso, con un sistema sanitario colapsado y decenas de centros de salud cerrados debido a recortes de la ayuda internacional, dejando a más de medio millón de personas sin acceso adecuado a atención médica.
El seísmo inicial de magnitud 6.0 había expuesto a alrededor de 85.000 personas a sacudidas fuertes, y las continuas réplicas están elevando el temor entre los residentes, quienes empiezan a abandonar lo poco que queda de sus hogares. La situación es alarmante, pues la misma provincia ya está enfrentando una de las peores crisis humanitarias del mundo, donde cerca de 23 millones de personas dependen de asistencia humanitaria.
La ONG Save the Children ha reportado que más de 260.000 niños se han visto afectados por los recientes terremotos y aproximadamente 280 han quedado huérfanos. Ese miedo y el duelo que viven son constantes recordatorios del trauma sufrido. Las agencias de ayuda enfrentan un escenario riesgoso, con un sistema sanitario colapsado y decenas de centros de salud cerrados debido a recortes de la ayuda internacional, dejando a más de medio millón de personas sin acceso adecuado a atención médica.