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Narges Mohammadi, premio Nobel de la Paz, denuncia agrediciones y amenazas tras su detención en Irán durante una ceremonia fúnebre
La activista, que se encuentra en paradero desconocido, reporta serios abusos durante su arresto por parte de agentes de seguridad.
Publicado: 16 de diciembre de 2025, 18:36
La premio Nobel de la Paz iraní, Narges Mohammadi, sigue en paradero desconocido tras su detención ocurrida en Mashad durante una ceremonia fúnebre, y ha denunciado abuso físico y amenazas de muerte por parte de los agentes que la arrestaron. En un comunicado familiar tras una llamada que pudo realizar tres días después de su arresto, Mohammadi relató haber sido golpeada con porras en la cabeza y el cuello y recibir amenazas, como la declaración de que 'vestirían de luto a su madre'.
La activista fue arrestada junto a otros 39 individuos, acusados de 'reunión y conspiración contra la seguridad nacional'. Su arresto se produjo en el contexto de un acto en homenaje al abogado de derechos humanos Khosrow Alikordi, donde se corearon consignas tanto a favor de Irán como en contra del régimen islámico. Las fuerzas de seguridad que llevaron a cabo su detención ya habían hecho amenazas a sus abogados anteriormente, lo que incrementa la preocupación sobre la seguridad de la activista.
Además de las agresiones físicas, se le ha acusado de 'colaborar con el Estado de Israel', un cargo que podría conllevar la pena de muerte bajo la legislación iraní. La situación se complica dado que Mohammadi ha sido detenida en trece ocasiones previas y ha pasado más de diez años en prisión debido a su activismo en derechos humanos. El fiscal de Mashad ha declarado que las detenciones se realizaron respetando los derechos ciudadanos, aunque la comunidad internacional ha expresado preocupación por la falta de transparencia en su captura.
La activista fue arrestada junto a otros 39 individuos, acusados de 'reunión y conspiración contra la seguridad nacional'. Su arresto se produjo en el contexto de un acto en homenaje al abogado de derechos humanos Khosrow Alikordi, donde se corearon consignas tanto a favor de Irán como en contra del régimen islámico. Las fuerzas de seguridad que llevaron a cabo su detención ya habían hecho amenazas a sus abogados anteriormente, lo que incrementa la preocupación sobre la seguridad de la activista.
Además de las agresiones físicas, se le ha acusado de 'colaborar con el Estado de Israel', un cargo que podría conllevar la pena de muerte bajo la legislación iraní. La situación se complica dado que Mohammadi ha sido detenida en trece ocasiones previas y ha pasado más de diez años en prisión debido a su activismo en derechos humanos. El fiscal de Mashad ha declarado que las detenciones se realizaron respetando los derechos ciudadanos, aunque la comunidad internacional ha expresado preocupación por la falta de transparencia en su captura.