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Masivas protestas y un desfile militar marcan el 79 cumpleaños de Trump en medio de un contexto de violencia política
La celebración por el 250 aniversario del Ejército estadounidense se desarrolló en un clima de tensión y agitación social en todo el país.
Publicado: 15 de junio de 2025, 04:29
El pasado 14 de junio, Donald Trump organizó un desfile militar en Washington para conmemorar el 250º aniversario del Ejército de Estados Unidos, coincidiendo con su 79º cumpleaños. Este evento fue un intento del presidente por reafirmar su liderazgo a través de una exhibición de potencia militar en un ambiente de significativa agitación social. Mientras Trump se dirigía a sus seguidores, el país se encontraba en medio de miles de protestas convocadas bajo el lema 'No Kings' para rechazar lo que muchos interpretan como su gobierno autoritario.
Decenas de miles de ciudadanos estadounidenses han tomado las calles de cientos de ciudades del país, predominantemente contra las políticas de inmigración de Trump, que han desencadenado fuertes tensiones y protestas. En ciudades como Nueva York, más de 50,000 personas ocuparon la famosa Quinta Avenida, cortada al tráfico por la policía, mientras que en Los Ángeles, la alcaldesa Karen Bass describió las manifestaciones como una forma de que "mostremos al mundo lo mejor" de Estados Unidos. Las protestas se extendieron a ciudades como Seattle, donde se dieron cita más de 70,000 personas, reflejando la intensa oposición a las políticas federales en el tema migratorio. Las manifestaciones han estado impulsadas por una coalición de organizaciones de derechos civiles y sindicatos, especialmente en respuesta a las recientes redadas migratorias en las que Trump desplegó a la Guardia Nacional.
Además, el trágico asesinato de la congresista Melissa Hortman y su esposo en Minnesota elevó la tensión en un ambiente ya cargado por las manifestaciones. Este acto de violencia política ha resultado en la cancelación de diversas actividades en el marco del movimiento 'No Kings' en el estado, lo que refleja el clima de miedo que se ha instaurado tras este ataque, que también ha repercutido en otros eventos programados.
Los críticos del desfile argumentan que este no es solo una conmemoración, sino una promoción del populismo y la preeminencia del poder presidencial. A pesar de recibir críticas por el gasto del desfile, que asciende a $45 millones, y la escasa asistencia reportada en comparación con el número de manifestantes, se ha convertido en una representación física del tumulto que atraviesa el país. La atmósfera polarizada en Estados Unidos quedó clara en las centenas de miles de participantes de las protestas, que se manifestaron de manera pacífica en su mayoría, aunque algunos enfrentamientos con la policía se reportaron en ciudades como Los Ángeles y Chicago, donde se utilizaron balas de pimienta para dispersar a algunos participantes.Las autoridades han señalado que más de 2,000 protestas se llevaron a cabo en todo el país, convirtiéndose en una de las movilizaciones más grandes en años. Los organizadores del movimiento 'No Kings' han exigido que se restauren los derechos humanos y civiles, en medio de una creciente percepción del autoritarismo en la administración de Trump.
Decenas de miles de ciudadanos estadounidenses han tomado las calles de cientos de ciudades del país, predominantemente contra las políticas de inmigración de Trump, que han desencadenado fuertes tensiones y protestas. En ciudades como Nueva York, más de 50,000 personas ocuparon la famosa Quinta Avenida, cortada al tráfico por la policía, mientras que en Los Ángeles, la alcaldesa Karen Bass describió las manifestaciones como una forma de que "mostremos al mundo lo mejor" de Estados Unidos. Las protestas se extendieron a ciudades como Seattle, donde se dieron cita más de 70,000 personas, reflejando la intensa oposición a las políticas federales en el tema migratorio. Las manifestaciones han estado impulsadas por una coalición de organizaciones de derechos civiles y sindicatos, especialmente en respuesta a las recientes redadas migratorias en las que Trump desplegó a la Guardia Nacional.
Además, el trágico asesinato de la congresista Melissa Hortman y su esposo en Minnesota elevó la tensión en un ambiente ya cargado por las manifestaciones. Este acto de violencia política ha resultado en la cancelación de diversas actividades en el marco del movimiento 'No Kings' en el estado, lo que refleja el clima de miedo que se ha instaurado tras este ataque, que también ha repercutido en otros eventos programados.
Los críticos del desfile argumentan que este no es solo una conmemoración, sino una promoción del populismo y la preeminencia del poder presidencial. A pesar de recibir críticas por el gasto del desfile, que asciende a $45 millones, y la escasa asistencia reportada en comparación con el número de manifestantes, se ha convertido en una representación física del tumulto que atraviesa el país. La atmósfera polarizada en Estados Unidos quedó clara en las centenas de miles de participantes de las protestas, que se manifestaron de manera pacífica en su mayoría, aunque algunos enfrentamientos con la policía se reportaron en ciudades como Los Ángeles y Chicago, donde se utilizaron balas de pimienta para dispersar a algunos participantes.Las autoridades han señalado que más de 2,000 protestas se llevaron a cabo en todo el país, convirtiéndose en una de las movilizaciones más grandes en años. Los organizadores del movimiento 'No Kings' han exigido que se restauren los derechos humanos y civiles, en medio de una creciente percepción del autoritarismo en la administración de Trump.