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Más de 250.000 gazatíes han abandonado la ciudad de Gaza debido a los bombardeos israelíes y la amenaza de invasión terrestre.
El desplazamiento forzado complica la situación humanitaria en el sur de Gaza, donde los afectados sobreviven en condiciones precarias.
Publicado: 13 de septiembre de 2025, 11:41
El Ejército israelí ha afirmado que más de 250.000 gazatíes han dejado la ciudad de Gaza en respuesta a los continuos bombardeos y las órdenes de evacuación ante la amenaza de una invasión terrestre. Esta evacuación ha sido promovida por las autoridades israelíes como una medida de seguridad, aunque muchos palestinos se resisten a dejar sus hogares debido a la falta de alternativas y las condiciones extremadamente difíciles de desplazamiento.
Las condiciones en el sur de Gaza son precarias, con muchos refugiados viviendo en campamentos sobrepoblados y con escasez de agua potable y servicios sanitarios. Unas 600 tiendas de campaña han sido destruidas, dejando a la intemperie a miles de personas, incluidas familias y niños, que ahora deben decidir si desplazarse o no hacia el sur, de acuerdo con las órdenes de desalojo forzoso emitidas por el Ejército israelí. Este desplazamiento forzoso ha llevado a que expertos en derechos humanos clasifiquen la situación como un posible crimen de guerra. Las autoridades israelíes han instado a la población a buscar refugio en zonas designadas como humanitarias, lo cual ha incrementado la vulnerabilidad de los desplazados en medio de un conflicto que continúa escalando.
En el contexto actual, se estima que alrededor de un millón de personas aún permanecen en la ciudad de Gaza, enfrentándose a condiciones de vida extremadamente difíciles. Desde el 14 de agosto, la Agencia de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha registrado más de 122.385 desplazamientos en la ciudad, con un 60% de estos movimientos desde el norte hacia el sur de la Franja de Gaza. Los informes indican que la mayoría de los desplazados carecen de recursos para huir y muchos son reacios a dejar sus hogares sin la garantía de seguridad.Mientras tanto, Israel ha comenzado la demolición de varios edificios en Gaza, justificando las acciones como una ofensiva para desmantelar infraestructuras utilizadas por Hamas.
Las condiciones en el sur de Gaza son precarias, con muchos refugiados viviendo en campamentos sobrepoblados y con escasez de agua potable y servicios sanitarios. Unas 600 tiendas de campaña han sido destruidas, dejando a la intemperie a miles de personas, incluidas familias y niños, que ahora deben decidir si desplazarse o no hacia el sur, de acuerdo con las órdenes de desalojo forzoso emitidas por el Ejército israelí. Este desplazamiento forzoso ha llevado a que expertos en derechos humanos clasifiquen la situación como un posible crimen de guerra. Las autoridades israelíes han instado a la población a buscar refugio en zonas designadas como humanitarias, lo cual ha incrementado la vulnerabilidad de los desplazados en medio de un conflicto que continúa escalando.
En el contexto actual, se estima que alrededor de un millón de personas aún permanecen en la ciudad de Gaza, enfrentándose a condiciones de vida extremadamente difíciles. Desde el 14 de agosto, la Agencia de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha registrado más de 122.385 desplazamientos en la ciudad, con un 60% de estos movimientos desde el norte hacia el sur de la Franja de Gaza. Los informes indican que la mayoría de los desplazados carecen de recursos para huir y muchos son reacios a dejar sus hogares sin la garantía de seguridad.Mientras tanto, Israel ha comenzado la demolición de varios edificios en Gaza, justificando las acciones como una ofensiva para desmantelar infraestructuras utilizadas por Hamas.