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María Jesús, última inquilina de un edificio en Valencia, denuncia acoso y destrozos por parte del fondo propietario.
La vecina, atrapada y dispuesta a abandonar su hogar, critica las tácticas del fondo de inversión tras sufrir múltiples ataques a su vivienda.
Publicado: 23 de julio de 2025, 20:14
María Jesús, inquilina en Valencia, ha denunciado un serio caso de acoso inmobiliario por parte del fondo propietario de su edificio. Recientemente, llegó a su hogar para hallar sus pertenencias en el hueco de la escalera y su vivienda devastada; le quitaron la puerta y destrozaron el baño. Esta situación violenta sigue a meses de presión por la rehabilitación del edificio, que comenzó sin la licencia del ayuntamiento.
A pesar de haber firmado un contrato para abandonar la vivienda y recibir un adelanto, su abogado considera el acuerdo ilegal. María Jesús ha intentado devolver el dinero sin respuesta y ha cuestionado la legitimidad de las acciones del fondo, sugiriendo que son parte de una estrategia para forzar su salida. Vive angustiada, reconociendo las dificultades de encontrar vivienda asequible en un mercado competitivo.
Con la salud mental deteriorándose y habiendo solicitado baja médica por el estrés, María Jesús se ha convertido en un símbolo de la lucha contra el acoso inmobiliario, demandando respeto por sus derechos como inquilina. A pesar de su deseo de irse, afirma que no correrá sin que se respeten sus derechos.
A pesar de haber firmado un contrato para abandonar la vivienda y recibir un adelanto, su abogado considera el acuerdo ilegal. María Jesús ha intentado devolver el dinero sin respuesta y ha cuestionado la legitimidad de las acciones del fondo, sugiriendo que son parte de una estrategia para forzar su salida. Vive angustiada, reconociendo las dificultades de encontrar vivienda asequible en un mercado competitivo.
Con la salud mental deteriorándose y habiendo solicitado baja médica por el estrés, María Jesús se ha convertido en un símbolo de la lucha contra el acoso inmobiliario, demandando respeto por sus derechos como inquilina. A pesar de su deseo de irse, afirma que no correrá sin que se respeten sus derechos.