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María Corina Machado llega a Oslo para recibir el Nobel de la Paz tras un año en la clandestinidad
La opositora venezolana desafía al régimen de Maduro y celebra su llegada con simpatizantes en Noruega.
Publicado: 13 de diciembre de 2025, 22:52
María Corina Machado, reciente ganadora del Premio Nobel de la Paz 2025, ha llegado a Oslo tras más de un año en la clandestinidad, en medio de la lucha de la oposición venezolana contra el régimen de Nicolás Maduro. Su llegada fue celebrada por un grupo de seguidores que se congregaron para recibirla, rompiendo un silencio que había durado años. Machado exclamó '¡Oslo, aquí estoy!' desde el balcón del hotel donde se alojaba, marcando un hito personal y simbólico en su lucha por la libertad en Venezuela.
A pesar de los temores de que su hija pudiera recoger el premio en su nombre debido a los peligros de su viaje, Machado logró llegar a Noruega la medianoche del jueves. Su travesía estuvo llena de incertidumbres, pero el Instituto Noruego del Nobel reafirmó su compromiso para garantizar su asistencia al evento. Este momento no solo es un reconocimiento a su resistencia personal, sino también una representación para todos los opositores políticos perseguidos en Venezuela.
El impacto de su viaje se ve reflejado en su reunión programada con el primer ministro noruego y otros dignatarios, simbolizando la atención internacional hacia la situación en Venezuela. El abrazo con su familia y seguidores en Oslo ofrece esperanza a muchos venezolanos, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y lucha por la libertad en su país.
A pesar de los temores de que su hija pudiera recoger el premio en su nombre debido a los peligros de su viaje, Machado logró llegar a Noruega la medianoche del jueves. Su travesía estuvo llena de incertidumbres, pero el Instituto Noruego del Nobel reafirmó su compromiso para garantizar su asistencia al evento. Este momento no solo es un reconocimiento a su resistencia personal, sino también una representación para todos los opositores políticos perseguidos en Venezuela.
El impacto de su viaje se ve reflejado en su reunión programada con el primer ministro noruego y otros dignatarios, simbolizando la atención internacional hacia la situación en Venezuela. El abrazo con su familia y seguidores en Oslo ofrece esperanza a muchos venezolanos, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y lucha por la libertad en su país.