Maduro intensifica sus advertencias a EE.UU. ante el creciente despliegue militar en el Caribe.

Nicolás Maduro ha elevado las tensiones con Estados Unidos al anunciar que su país pasaría a la 'lucha armada' en caso de ser agredido, calificando el despliegue militar estadounidense en el Caribe como 'la más grande amenaza en América en los últimos cien años'. Este despliegue incluye ocho buques de guerra y un submarino nuclear que han desatado alarmas en Caracas. Las autoridades estadounidenses justifican su presencia como un esfuerzo contra el narcotráfico y han elevado la recompensa por información sobre Maduro a 50 millones de dólares.

Maduro ha enfatizado la preparación militar de Venezuela y ha instado a los ciudadanos a unirse a la milicia civil, señalando que alrededor de 8.2 millones de personas están listas para defender el país. Ha dejado claro que cualquier ataque resultaría en la movilización armada del gobierno, interpretando la movilización militar de EE.UU. como un intento de provocar un cambio político en Venezuela. A pesar de esta tensión, Maduro ha afirmado su compromiso de garantizar el funcionamiento del país ante estas eventualidades.

Las declaraciones de Maduro también resaltan un creciente ambiente de desconfianza entre Estados Unidos y Venezuela, mientras que varios países de Latinoamérica han apelado a mantener la región como una 'tierra de paz'. La estabilidad del país se ha visto comprometida, y la postura del presidente venezolano se torna firme, mostrándose decidido a contrarrestar cualquier provocación estadounidense.