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Macron y las autoridades francesas condenan el veto de Estados Unidos al excomisario Thierry Breton como un acto de intimidación
La prohibición de entrada afecta a Breton y a otras figuras europeas, lo que genera fuertes reacciones por parte del gobierno francés.
Publicado: 25 de diciembre de 2025, 01:08
Francia se ha manifestado enérgicamente contra la prohibición de entrada en Estados Unidos impuesta al excomisario europeo Thierry Breton y otros cuatro destacados europeos, considerándola un acto de 'intimidación y coerción' que atenta contra la soberanía digital de Europa. La decisión se enmarca en el contexto de las nuevas restricciones de visado anunciadas por la administración de Donald Trump, las cuales buscan sancionar a aquellos que, según Washington, 'coaccionan' a las plataformas digitales estadounidenses.
El presidente Emmanuel Macron ha enfatizado que las regulaciones digitales adoptadas en Europa son el resultado de un proceso democrático que busca proteger una competencia justa entre plataformas. La Ley de Servicios Digitales (DSA) es central en esta crítica, y Macron ha subrayado que estas normativas están diseñadas para aplicarse solamente dentro del marco europeo, resaltando la importancia de la libertad de expresión como un derecho fundamental compartido entre Estados Unidos y Europa.
La situación ha provocado tensiones en las relaciones transatlánticas en un momento crítico en que Europa intenta consolidar su agenda digital y proteger su mercado interno frente a influencias externas. Se reconoce que la batalla por el control y la regulación del espacio digital está en su apogeo, resaltando la necesidad de preservar la autonomía regulatoria europea.
El presidente Emmanuel Macron ha enfatizado que las regulaciones digitales adoptadas en Europa son el resultado de un proceso democrático que busca proteger una competencia justa entre plataformas. La Ley de Servicios Digitales (DSA) es central en esta crítica, y Macron ha subrayado que estas normativas están diseñadas para aplicarse solamente dentro del marco europeo, resaltando la importancia de la libertad de expresión como un derecho fundamental compartido entre Estados Unidos y Europa.
La situación ha provocado tensiones en las relaciones transatlánticas en un momento crítico en que Europa intenta consolidar su agenda digital y proteger su mercado interno frente a influencias externas. Se reconoce que la batalla por el control y la regulación del espacio digital está en su apogeo, resaltando la necesidad de preservar la autonomía regulatoria europea.