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Lula da Silva reafirma la soberanía de Brasil en su discurso por el Día de la Independencia y critica a Bolsonaro
En un fuerte pronunciamiento, el presidente Lula enfatiza que Brasil no aceptará órdenes externas y denuncia a la oposición política.
Publicado: 7 de septiembre de 2025, 11:42
En un pronunciamiento oficial por el Día de la Independencia de Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva criticó duramente a los "traidores de la patria" y reafirmó la soberanía nacional, asegurando que Brasil "no acepta órdenes de nadie". Esta declaración se produce en un contexto de tensiones políticas y judiciales que involucran al expresidente Jair Bolsonaro, quien afronta un juicio por golpismo en el Supremo Tribunal Federal.
Durante su discurso, Lula afirmó: "No somos ni volveremos a ser colonia de nadie. Somos capaces de gobernar y cuidar de nuestra tierra y de nuestra gente, sin la interferencia de ningún gobierno extranjero", enfatizando la importancia de la separación de poderes en Brasil. Lula criticó las investigaciones que afectan a la familia Bolsonaro y prometió defender la democracia del país frente a cualquier intento de golpe, declarando que Brasil tiene "un único dueño: el pueblo brasileño".
La situación política en Brasil ha cobrado relevancia internacional, especialmente debido a las sanciones impuestas por la administración de Donald Trump a jueces del Supremo y a Brasil, como respuesta al proceso judicial que enfrenta Jair Bolsonaro. Lula busca consolidar su narrativa política en torno a la defensa de la soberanía y la democracia en Brasil, mientras enfrenta las repercusiones del pasado gobierno y la influencia externa.
Durante su discurso, Lula afirmó: "No somos ni volveremos a ser colonia de nadie. Somos capaces de gobernar y cuidar de nuestra tierra y de nuestra gente, sin la interferencia de ningún gobierno extranjero", enfatizando la importancia de la separación de poderes en Brasil. Lula criticó las investigaciones que afectan a la familia Bolsonaro y prometió defender la democracia del país frente a cualquier intento de golpe, declarando que Brasil tiene "un único dueño: el pueblo brasileño".
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