Progresista 18.8%Conservador 81.3%
Lula da Silva presiona a la UE para la firma del acuerdo comercial mientras enfrentan las tensiones internas y la oposición de ciertos países.
A medida que se acerca la fecha límite, las negociaciones entre la Unión Europea y Mercosur continúan marcadas por la incertidumbre y la oposición de líderes europeos.
Publicado: 20 de diciembre de 2025, 14:02
En una serie de esfuerzos por cerrar un acuerdo comercial que ha sido objeto de negociaciones durante más de 20 años, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha expresado su firme intención de que la Unión Europea (UE) firme el pacto con el Mercosur en la cumbre del próximo 20 de diciembre. Lula ha avisado que, si no se concreta en esta fecha, Brasil no estará dispuesto a negociar más acuerdos con la UE durante su mandato.
Lula ha manifestado que confía en que la firma se logrará a pesar de las resistencias. Esta situación ha revelado la fragilidad de las negociaciones en un contexto en el que los países europeos muestran una fuerte división. Mientras que algunos, como Alemania y España, respaldan el acuerdo, otros, en especial Francia e Italia, han solicitado más tiempo para proteger sus industrias locales y responder a las demandas de sus agricultores.
El dilema no es menor: si el acuerdo no se firma en diciembre, la atención del Mercosur podría desplazarse hacia otros socios comerciales, apuntando especialmente a Japón y Reino Unido como posibles alternativas. Este acuerdo, que como se destaca es crucial no solo desde un punto de vista comercial, sino también desde una perspectiva política, se presenta con retos significativos.
Lula ha manifestado que confía en que la firma se logrará a pesar de las resistencias. Esta situación ha revelado la fragilidad de las negociaciones en un contexto en el que los países europeos muestran una fuerte división. Mientras que algunos, como Alemania y España, respaldan el acuerdo, otros, en especial Francia e Italia, han solicitado más tiempo para proteger sus industrias locales y responder a las demandas de sus agricultores.
El dilema no es menor: si el acuerdo no se firma en diciembre, la atención del Mercosur podría desplazarse hacia otros socios comerciales, apuntando especialmente a Japón y Reino Unido como posibles alternativas. Este acuerdo, que como se destaca es crucial no solo desde un punto de vista comercial, sino también desde una perspectiva política, se presenta con retos significativos.