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Los Mossos d'Esquadra investigan la muerte del fundador de Mango, Isak Andic, como un posible homicidio
Las indagaciones apuntan a su hijo Jonathan Andic, quien era el único acompañante durante el trágico incidente ocurrido en diciembre de 2024.
Publicado: 17 de octubre de 2025, 06:53
La investigación sobre la muerte de Isak Andic, el fundador de la gigante multinacional de moda Mango, ha tomado un giro inesperado, ya que los Mossos d'Esquadra están considerando la posibilidad de homicidio en lugar de un mero accidente de montaña. El trágico suceso ocurrió el 14 de diciembre de 2024, cuando Andic cayó por un barranco en las Cuevas del Salnitre, en Collbató, cerca de Montserrat, mientras realizaba una excursión junto a su hijo, Jonathan Andic, quien ahora se encuentra bajo investigación.
La jueza que indaga el caso ha cambiado la condición de Jonathan de testigo a investigado, lo que ha incrementado las sospechas sobre su papel en el incidente. Las autoridades judiciales reabrieron el caso en marzo tras identificar incongruencias en las declaraciones de Jonathan, la única persona que lo acompañaba en ese momento. Aunque inicialmente se consideró un accidente, las nuevas pruebas han llevado a los investigadores a explorar la hipótesis de un homicidio.
Desde entonces, la investigación ha incluido un análisis del teléfono móvil del hijo, cuyo contenido está siendo cuidadosamente examinado en busca de pruebas que pueden aclarar las circunstancias que rodearon la muerte de su padre. Fuentes de la investigación han indicado que el teléfono de Jonathan Andic fue requisado por los Mossos d'Esquadra el 9 de septiembre de 2025, casi nueve meses después del accidente. Los investigadores han estado analizando los mensajes, llamadas y movimientos del dispositivo en busca de indicios relevantes. A pesar de las sospechas, fuentes cercanas a la familia han afirmado que no se han encontrado pruebas concluyentes que incriminen a Jonathan, quien ha mantenido una postura de colaboración con las autoridades.
Las tensiones familiares también han emergido a la superficie tras la muerte de Andic. Su pareja, Estefanía Knuth, ha reclamado más de 70 millones de euros de la herencia, lo que ha generado un conflicto con los tres hijos de Isak Andic, quienes han aceptado la herencia sin conflictos. Este enfrentamiento se suma al análisis de la investigación judicial. Este cambio en la dirección de la investigación ha provocado que se revisen todos los aspectos del caso. El Juzgado de Instrucción número 5 de Martorell lleva a cabo el caso bajo un estricto secreto de sumario, lo que ha limitado los detalles que han podido hacerse públicos. Además, las declaraciones de Jonathan, incluidas las variaciones que se han detectado, han conducido a los investigadores a dudar de la versión inicial presentada sobre el accidente. La familia Andic se ha mantenido en silencio respecto a las investigaciones, pero ha expresado su confianza en que la verdad saldrá a la luz y que se demostrará la inocencia de Jonathan.
En un comunicado reciente, la familia ha reiterado su confianza en que este proceso concluirá lo antes posible y reafirmaron su voluntad de colaborar con las autoridades competentes. El caso de la muerte de Isak Andic continúa generando gran atención mediática y ha suscitado un debate sobre las circunstancias que rodean altas figuras del ámbito empresarial.
La jueza que indaga el caso ha cambiado la condición de Jonathan de testigo a investigado, lo que ha incrementado las sospechas sobre su papel en el incidente. Las autoridades judiciales reabrieron el caso en marzo tras identificar incongruencias en las declaraciones de Jonathan, la única persona que lo acompañaba en ese momento. Aunque inicialmente se consideró un accidente, las nuevas pruebas han llevado a los investigadores a explorar la hipótesis de un homicidio.
Desde entonces, la investigación ha incluido un análisis del teléfono móvil del hijo, cuyo contenido está siendo cuidadosamente examinado en busca de pruebas que pueden aclarar las circunstancias que rodearon la muerte de su padre. Fuentes de la investigación han indicado que el teléfono de Jonathan Andic fue requisado por los Mossos d'Esquadra el 9 de septiembre de 2025, casi nueve meses después del accidente. Los investigadores han estado analizando los mensajes, llamadas y movimientos del dispositivo en busca de indicios relevantes. A pesar de las sospechas, fuentes cercanas a la familia han afirmado que no se han encontrado pruebas concluyentes que incriminen a Jonathan, quien ha mantenido una postura de colaboración con las autoridades.
Las tensiones familiares también han emergido a la superficie tras la muerte de Andic. Su pareja, Estefanía Knuth, ha reclamado más de 70 millones de euros de la herencia, lo que ha generado un conflicto con los tres hijos de Isak Andic, quienes han aceptado la herencia sin conflictos. Este enfrentamiento se suma al análisis de la investigación judicial. Este cambio en la dirección de la investigación ha provocado que se revisen todos los aspectos del caso. El Juzgado de Instrucción número 5 de Martorell lleva a cabo el caso bajo un estricto secreto de sumario, lo que ha limitado los detalles que han podido hacerse públicos. Además, las declaraciones de Jonathan, incluidas las variaciones que se han detectado, han conducido a los investigadores a dudar de la versión inicial presentada sobre el accidente. La familia Andic se ha mantenido en silencio respecto a las investigaciones, pero ha expresado su confianza en que la verdad saldrá a la luz y que se demostrará la inocencia de Jonathan.
En un comunicado reciente, la familia ha reiterado su confianza en que este proceso concluirá lo antes posible y reafirmaron su voluntad de colaborar con las autoridades competentes. El caso de la muerte de Isak Andic continúa generando gran atención mediática y ha suscitado un debate sobre las circunstancias que rodean altas figuras del ámbito empresarial.