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León XIV designa a Ronald Hicks como nuevo arzobispo de Nueva York en un cambio significativo en la Iglesia católica estadounidense
El nombramiento refleja un giro hacia posturas pro migrantes en contraposición a la administración Trump y cierra la etapa del conservador Timothy Dolan.
Publicado: 19 de diciembre de 2025, 01:02
El papa León XIV ha nombrado al obispo Ronald Hicks como nuevo arzobispo de Nueva York, un nombramiento que marca un cambio significativo en una de las arquidiócesis más influyentes del país. Este relevo se produce en un contexto de tensiones entre la Iglesia católica y la administración de Donald Trump, especialmente en materia de políticas migratorias.
Hicks, de 58 años y obispo de Joliet, Illinois, sucede al cardenal Timothy Dolan, quien presentó su renuncia tras cumplir 75 años. Durante su tiempo como arzobispo de Nueva York, Dolan se convirtió en una figura prominente y conocido por su cercanía a líderes republicanos. La designación de Hicks es relevante, ya que se le considera un líder moderado que está a favor de los derechos de los migrantes, contrastando con los enfoques más conservadores de su predecesor.
La transición hacia Hicks se da en un momento en que la Iglesia busca reconfigurar sus prioridades para centrarse en los más vulnerables, mientras el nuevo arzobispo deberá liderar una arquidiócesis de aproximadamente 2,5 millones de católicos y alinear sus esfuerzos con la visión del papa León XIV, que incluye una respuesta más compasiva ante la crisis migratoria y el compromiso con las víctimas de abusos sexuales dentro de la Iglesia.
Hicks, de 58 años y obispo de Joliet, Illinois, sucede al cardenal Timothy Dolan, quien presentó su renuncia tras cumplir 75 años. Durante su tiempo como arzobispo de Nueva York, Dolan se convirtió en una figura prominente y conocido por su cercanía a líderes republicanos. La designación de Hicks es relevante, ya que se le considera un líder moderado que está a favor de los derechos de los migrantes, contrastando con los enfoques más conservadores de su predecesor.
La transición hacia Hicks se da en un momento en que la Iglesia busca reconfigurar sus prioridades para centrarse en los más vulnerables, mientras el nuevo arzobispo deberá liderar una arquidiócesis de aproximadamente 2,5 millones de católicos y alinear sus esfuerzos con la visión del papa León XIV, que incluye una respuesta más compasiva ante la crisis migratoria y el compromiso con las víctimas de abusos sexuales dentro de la Iglesia.