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Las inundaciones en Texas dejan al menos 119 muertos y más de 170 desaparecidos, generando críticas sobre la respuesta local
Las autoridades continúan con la búsqueda de víctimas mientras se cuestiona la efectividad de los sistemas de alerta ante desastres.
Publicado: 9 de julio de 2025, 19:15
Las devastadoras inundaciones que azotaron Texas el 4 de julio han dejado un saldo trágico de al menos 119 muertos y más de 170 desaparecidos, afectando especialmente al condado de Kerr. Las lluvias torrenciales provocaron el desbordamiento del río Guadalupe, desbordando récords históricos de precipitaciones. Los equipos de rescate siguen trabajando, enfrentando complicaciones naturales y el obstáculo de turistas que interrumpen las labores.
La situación ha llevado al gobernador Greg Abbott a convocar una sesión legislativa especial para examinar la respuesta de emergencia y mejorar los sistemas de alerta, a la luz de las críticas sobre la tardanza en las evacuaciones. Aparte del impacto numérico, el evento ha ocasionado un profundo efecto emocional en las comunidades afectadas, con numerosas historias de familias devastadas.
La ayuda internacional también ha llegado para apoyar las operaciones de rescate en Texas. Sin embargo, queda por verse cómo se abordarán las deficiencias en el sistema de alertas para prevenir futuras tragedias. Las emociones están a flor de piel, especialmente por la cantidad de víctimas adolescentes y el dolor que sienten las comunidades locales.
La situación ha llevado al gobernador Greg Abbott a convocar una sesión legislativa especial para examinar la respuesta de emergencia y mejorar los sistemas de alerta, a la luz de las críticas sobre la tardanza en las evacuaciones. Aparte del impacto numérico, el evento ha ocasionado un profundo efecto emocional en las comunidades afectadas, con numerosas historias de familias devastadas.
La ayuda internacional también ha llegado para apoyar las operaciones de rescate en Texas. Sin embargo, queda por verse cómo se abordarán las deficiencias en el sistema de alertas para prevenir futuras tragedias. Las emociones están a flor de piel, especialmente por la cantidad de víctimas adolescentes y el dolor que sienten las comunidades locales.